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Amauta 47 legado Gutarra, la primera sesión femenina. El secretario general Carlos Barba expone el objeto de la reunion. Expresa la necesidad de organizar sindicatos, de que el elemento femenino colabore al lado de los obreros. La señorita Evangelina Antay hace uso de la palabra a nombre de Dora Mayer, Elisa Perrechio, Teresa Tipiciano y Rosa de Saury.
Se llega a las siguientes conclusiones: 10. propuesta de la señora Zoila Aurora Cáceres, por intermedio de la secretaría general, se acordó convocar a un mitin femenino del hambre para el domingo 25 a las p. en el Parque Neptuno.
20. Constituír el comité femenino citando a las delegaciones que deben incorporarse, para el sábado en la noche en la calle de Plateros de San Pedro 188 altos, y 30. Hacer un llamamiento a todas las mujeres sin distinción de clases para que cooperen con su acción a la defensa de los derechos de la mujer peruana.
EL MITIN FEMENINO La policía se mueve para frustrar esta maDEL DOMINGO 25. nifestación pública prohibiendo al Comité femenino su consumación.
Una comisión entrevista al Intendente. Le manifiesta que los preparativos estan terminados. No es posible suspender el desfile.
Preside esta comisión Evangelina Soto, de Huacho. El Intendente les comunica la firme resolución del gobierno de concluir con las manifestaciones tumultuosas. La autoridad está dispuesta a acceder, caso de que se verifique una asamblea en local cerrado, sin salir a la calle. Llega hasta ofrecer al Comité femenino para su actuación gratuitamente, el Teatro Lima.
Sin embargo, se ha convocado a un mitin. Debe realizarse. Se realiza.
El gobierno moviliza las fuerzas del escuadrón No. y la gendarmería, con órdenes precisas de proceder enérgicamente y sin consideraciones.
Obreros y obreras se reunen en el Parque Neptuno a la hora convenida. Nicolás Gutarra agradece a los cuatro mil asistentes, su concurrencia. Expresa, con palabras exactas la actitud del proletariado frente a la clase expropiadora.
La señorita María Augusta Arana, antes de ponerse al frente de la manifestación, deja constancia de la trascendencia que envuelve al hecho de unirse, en el terreno de la lucha clasista, el proletariado femenino con el masculino.
Llevan grandes letreros sobre telas rojas: Abajo la burguesía. Queremos pan. Abajo los capitalistas y los acaparadores. Viva la organización femenina.
Detras de ellas marchan en grupo compacto los obreros. Vivan entusiastamente las reivindicaciones proletarias.
Un piquete de policía montada, capitaneado por el comisario Montes de Oca, corta el paso a los manifestantes. Les ordena retroceder y disolverse. Ante la negativa, relucen sables y carga la caballería.
Irritados los obreros, arrollan rápidamente a sus agresores. Avanzan por la calle de Juan Simon. Se defienden a pedradas. Con las