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Amauta 45 40. Es inexacto que el delegado Gutarra dijera que había miembros comprometidos. Dijo que había que aplazar el paro por que las sujestiones políticas podrían cruzar la labor honrada del cornité. El voto ecuánime de las delegaciones y el numerosísimo pueblo concurrente que lo puede constatar son la mejor refutación.
50. El Comité declara que el acuerdo tomado deja en pié todas las reclamaciones y acuerdos anteriores postergando solo la fecha del paro por las causas expuestas. Todas las delegaciones votantes asi lo hicieron constar.
60. El Comité convoca para el lunes 12 a las p. en el local del Parque Neptuno a todas las delegaciones para tomar acuerdos relativos a la forma de encauzar el cumplimiento de las conclusiones votadas el de mayo por el pueblo.
70. El Comité declara solemnemente no estar movido sino por el anhelo de conseguir el mejoramiento del pueblo y hace un llamamiento a los gremios y clases sociales interesados para que continúen adelante en su empeño. Publicará un boletín para que el pueblo encuentre informaciones auténticas.
Como se ve, el Comité quiere conservarse puro, al margen de toda sospecha. Este deseo de probar su verdadera orientación, le impulsa hasta aplazar el paro para después la farsa eleccionaria.
Reconoce lealmente que su movimiento puede ser explotado en beneficio de los políticos del capitalismo. El Comité no titubea, en vista de que un aplazamiento, lejos de perjudicar el movimiento, lo robustece, precisando su verdadero sentido.
Esta enfrentación a la realidad, sin negarla, es una condición característica de los sanos sectores obreros. En la Rusia de los Soviets la encontramos diariamente.
El Partido Socialista, en plena lactancia, sigue una política de biberón. Como carece de apoyo popular, como es el cacareo del grupo reducido, sin partido, que forma el Comité Ejecutivo, como permanece ageno a las inquietudes de la clase obrera, como nada lo liga a ella, se lava las manos ante las autoridades, con un declaración oportunista. Quiere dejar, previamente, salvada su responsabilidad. No autoriza el paro, porque el paro sigue siendo aun para él la obra de los políticos adversos al señor Pardo.
El Comité compulsa, independientemente, la situación. Ve la posibilidad de que efectivamente elementos aliados a la burguesía puedan agitar otros sectores agenos al elemento proletario, aprovechando la situación de guerra civil que todo paro crea. Pero posibilidad no es complicidad, señores socialistas oportunistas.
Lejos de traicionar a las masas que representa, abandonándolas a su triste suerte, encara el momento. Sigue una norma prudente que pone a salvo el prestigio de los ideales concretos que se discuten. El comité declara solemnemente no estar movido sino por el anhelo de conseguir el mejoramiento del pueblo.
Las declaraciones terminantes en tal sentido, junto con la resolución de llevar adelante el fin propuesto, le da una autoridad creciente, de la que los empolla huevos reformistas carecen, como es natural.