Amauta 33 mares despiertan el espíritu y hacen a los hombres francos y comprensivos. Gran parte del estacionarismo boliviano que sus sociólogos han querido estudiar en otras causas, se debe a que Bolivia ha sido embotellada, arrojada del mar. Los estudios mesológicos de la Antropogeografía nos dicen como los pueblos necesitan de los mares (4. La historia termino para los vascos, cuando los vascos fueron arrojados a las montañas lejanas de los Pirineos por la invasión romana que conquistó la Iberia (5. esto puede hacernos entender cómo el divorcio antinatural del Altiplano con el Pacífico es una reclusión trágica y antisocial, y que el alma boliviana, incomunicativa, hermética, indiferente y hasta incomprensiva, precisa del agente físico del mar para el mejor desplazamiento de sus cualidades espirituales.
EL FACTOR OROGRAFICO EN BOLIVIA. Dos características telúricas esculturan la República de Bolivia, los Andes y los Llanos. Estudiaremos la contextura de los primeros únicamente, porque constituyen materia de observación inmediata en el problema portuario y porque además, el Oriente, desincorporado, no existe para la vida de Bolivia, como no existe tampoco para la del Perú sino como una región fabulosa y contorneada en los mapas como desiertos del conocimiento geográfico.
Viniendo de Chile y del Noroeste argentino, los Andes, factor homogéneo en los países del Pacífico, incursionan en Bolivia por dos grandes cadenas que han sido llamadas, Exterior la que penetra por Atacama y Oriental o Interior la que penetra por Jujuy en el paralelo 22.
Ambas ramas orográficas, después de ponerse de acuerdo en el gran nudo de Apolobamba, paralelo 14 35 penetran a su vez al Perú por la Cordillera del Palomani.
En medio de las dos cadenas montañosas de Bolivia la Orografía ha colocado altipampas. Estas y los dos accidentes cordilleranos condicionan la casi totalidad de la vida económica, social, política y psíquica de Bolivia, desde que las otras zonas, la del Petróleo y la zona triguera, que conjuntamente con las gomeras del Norte estudia tan bien Jaime Mendoza, intervienen nula o mínimamente en el desarrollo biológico del país del Altiplano.
Desde su incursión hasta su salida, los Andes ofrecen en Bolivia dos grandes sinclinales para nuestro objeto, correspondientemente a cada una de las cadenas. Una sinclinal que mira al Pacífico y otra al Oriente, hacia la ruta atlántica por las cuencas del Amazonas o las del Rín de La Plata. Es naturaleza de nuestro estudio la sinclinal que baja al Pacífico por la Cordillera Occidental de la costa en la región comprendida entre los paralelos 18 al 23, y que corresponde en demarcación territorial a los cantones de Ingavi y Pacajes en el Departamento de La Paz; el de Carangas que corresponde al de Oruro y las provincias de Lipez por el de Potosí. Camille Vallaux. Le Mer, pág. Bustamante y Cisneros. Geog. Social del Perú, Lima, 1922, pág. 60.