Amauta 31 rebelaba un poco.
za del niño Julio, su hermano; el enemigo cordial de las mujeres, se le Juan les hacía robar la fruta de los huertos vecinos que sabían a misterio, a oro, a gloria. Juan era un estadista, hasta cuando tomaba la chicha de la abuela de Julio; Juan sabía muchas cosas: Iqué fresca les parecía el agua del río cuando se bañaban con éll iy la vida que tenían las carretillas: emperadores, príncipes, soldados. el correo era el mejor organizado del mundo; y las hojas de papaya, insuperable tabaco; el columpio el más ágil de todos. no importaba que se rompiera la cuerda, había muchas. se respetaba a las amapolas porque Juan dijo que eran veneno; brillaron los ojos de gato de todos ellos cuando murió la rata de aquel puntapié de Juan; la paja y el colchón que había debajo de la pared de sus juegos, donde Juan era un gigantesco mono o un bandido célebre, eran un prado o llanura hermosa donde caían sentados, muertos mil veces por sus puñaladas o sus enormes garras; no había precipicio más horroroso que el de las ramas de quillay seco de la casa de Juan; Chilina y sus pájaros que eran campo de operaciones y maniobras de los discípulos de Andreyo, tenían más sol el día que los cuatro iban; las moras sabían a hambre satisfecho, no había ni medio en el bolsillo. Para qué? Había manos. Qué soberbia caricatura la del niño Julio! Por su cuello podían subir dos millones de hormigas, de las hormigas blancas a quienes tapaban los agujeros. el upper cut que recibió de manos de Juan? El niño Julio no podía vengarse.
Era su maestro, su nunca bien admirado maesMuchas veces, tragando saliva y riendo a carcajadas, Quevedo retozó en todos los labios con aquello de Arberjitas verdes. y el vicio de Onan jamás tuvo éxito. Si eran fuertes, eso no podía ser! no se miraba a la Carmencita mientras Juan estuviera presente.
Como Andreyo: con su cara de idiota igualmente original, era la parte chaplinesca de Juan; comía de las manos de Rosita, Blanca y Hortencia, sabía ser muy buen chacarero, y las hizo comadres a Rosita y Blanca (Hortencia era de su edad y prometida suya. y caminaba con la rueda bulliciosa por todas las calles, seguido de Prometeo, el perrito chusco con aires de fino que causó el conflicto Julio, Jorge, Juan.
Pero el niño Julio también tuvo su triunfo sobre el de los ojos azules.
El niño Julio consiguió que el maestro ayudara misa y se robara los peces del convento, y después construyera un campanario de fierros viejos que sonaba a las de la tarde, señal de descanso de aquella vida milunanochesca.
Juan podía compararse en el ánimo del niño Julio a todas las chicas que lo habían encamotado más tarde.
tro.
INTERPRETACION GEOGRAFICA DEL ANHELO PORTUARIO DE BOLIVIA, por Rómulo Meneses.
EICARIUS NA disciplina básica adiestra contemporáneamente el criterio humano para estudiar la personalidad y el futuro en la vida de los pueblos: la norma geográfica, que postula así los vínculos de la tierra con el hombre: Si la Geografía no crea la Historia, por lo menos la condiciona, la estimula,