Working Class

96 Amauta E S JE TEXTO SURREALISTE En el libro de Xavier Abril.
Es CDtodo el mundo y distiendo mis brazos hacia un papel de flores, no me acuerdo de nada y siempre descubro con desesperación los hermosos árboles desarraigados de la noche. Arboles en flor también estas paredes!
El aire de mi cuarto es bello como palillos de tambor. Hace un tiempo de tiempo. Yo conozco la desesperación en sus grandes líneas.
mo el viento de la cortina que me tiende un cable. Se tiene idea de una desesperación semejante. Fuego! Ah, van a venir. Socorro! Ya están aquí, caen en la escalera. los anuncios de periódico y los reclamos luminosos a lo largo del canal.
Montón de arena, vá, especie de montón de arena! En gus grandes líneas la desesperación no tiene importancia. Es una carga de árboles que va a hacer un bosque, una carga de estrellas que hará un día menos; una carga de días que ha de hacer mi vida, André BRETON.
París, 1927.
Yo conozco la desesperación en sus grandes líneas. La desesperación no tiene alas; no se halla necesariamente ante una mesa servida en una terraza, por la noche, a la orilla del mar. Es la desesperación y no el retorno de una cantidad de menudos sucesos como semilla que abandona al caer la tarde un surco por otro.
No es el musgo sobre la piedra o el vaso para beber. Es, si queréis, un barco acribillado de nieve, cuando los pájaros caen y su sangre no tiene el menor espesor. Yo conozco la desesperación en sus grandes líneas.
Una forma muy pequeña limitada por alhajas de cabellos. Es la desesperación. Un collar de perlas no enhebradas y que sin embargo sería un collar para los ojos que no cuentan con otros ojos y cuya expresión solo es una sin embargo, tal es la desesperación.
De lo demás no hablemos. No hemos concluído de desesperar si empezamos. Yo desespero de todo. Yo desespero de la pantalla a las cinco de la tarde; yo desespero del abanico a la media noche; yo desespero del cigarro de los condenados. Yo conozco la desesperación en sus grandes líneas. La desesperación no tiene corazón; la mano le queda a la desesperación que pierde el aliento, a la desesperación de quien los espejos no dicen jamás si ha muerto. Vivo de esa desesperación que me encanta.
Amo esa mosca azul que vuela en el cielo a la hora en que las estrellas cantan. Yo conozco en sus grandes líneas la desesperación de largos asombros escuálidos, la desesperación del orgullo, la desesperación de la ira. Yo me levanto cada día como CONFERENCIAS LA CULTURA ARTISTICA EN EL PROLETARIADO por Carlos Alberto Espinoza Bravo. Diferentes factores han contribuído al advenimiento de un espíritu nuevo. Hoy todo problema tiene que ser estudiado panorámicamente, interiorizándose en la esencia misma de los nexos que lo constituyen. De ahí que se impone la posesión de un intelecto y de una sensibilidad completamente diferenciativos de la época pre revolucionaria. Hoy no estriba el ahondar ciertas cuestiones en un acervo retórico y técnico. Lo primordial es el espíritu o sea el contenido.