Sacco y VanzettiStrikeWorkers MovementWorking Class

94 Amauta 1er. ANIVERSARIO DE SACCO VANZETTI sus antecedentes de militantes del movimiento proletario internacional.
Poco importaba que no fuesen, efectivamente, culpables del homicidio que se les imputaba. Siendo revolucionarios no podían en ningún caso ser inocentes y bien merecían la silla eléctrica. Esta condena, y la terquedad con que fué mantenida, han denunciado escandalosamente el carácter de clase de la justicia burguesa en el país que mas se precia de legalidad, verdad y libertad democráticas. No es que falten en su historia judicial, como no faltan probablemente en la de ningun país, otras condenas del mismo género. Es que ninguna tuvo antes una repercusión tan grande en la consciencia mundial.
El proceso de Sacco y Vanzetti se desenvolvió, por el clamor de protesta que provocó en todos los pueblos civilizados, ante los ojos del mundo entero.
El proletariado tiene, en su lucha de emancipación, innumerables víctimias. El caso de Sacco y Vanzetti pertenece a un grupo singular de víctimas: aquellas en que la justicia de clase satisface su odio contra sus adversarios con sus armas judiciales.
Dos sentidos especiales reviste, así la protesta contra este crimen: denunGuido El proletariado mundial ha conmemorado en agosto el sacrificio de Sacco y Vanzetti. Los obreros peruanos no estuvieron ausentes de la protesta contra la inicua sentencia de los tribunales norte americanos. La huelga de los trabajadores portuarios del Callao y de los ferroviarios, atestiguó hace un año la solidaridad del proletariado nacional con la protesta universal. Amauta estaba suspendida entonces. Ahora su palabra traduce el sentimiento de toda la vanguardia obrera de la República.
La primera enseñanza que de la ejecución de Sacco y Vanzetti debe sacarse es la categórica afirmación que de su carácter de justicia de clase hizo, con este crimen, la justicia burguesa. El juez Thayer condenó a los dos militantes, a la máxima pena, sin ninguna prueba del delito del cual se les acusaba, por odio a su fé revolucionaria. Para la conciencia sorda y rencorosamente burguesa de este funcionario, el mayor dicio que podía existir de la criminalidad de Sacco y Vanzetti eran