90 Amauta ra sensibilidad y el arte deshumanizado, etc. que son las últimas baratijas importadas de ultramar, a la manera de las que traian Cortés y Pizarro.
Para aceptar como fuente original y exclusiva cierta poesía nueva para los sureños, como la de Whitman, sería preciso que irrecusablemente reconociésemos la superioridad cualitativa de esa poesía sobre cualesquiera otras. Porque apenas aris los ojos del espíritu se presente un modelo, una realización, una objectivación de arte y de poesía superiores, desde el punto de vista humano, en ese momento la paradigmática poesia de Whitman quedaría relegada a segundo o ínfimo término. Por mi sé decir que cuanto comparo a Whitman con Pindaro (el único poeta lírico que puede comparársele, si cabe comparación entre el griego y el bárbaro. descontando las distancias que imponen el tiempo y el lugar, el saldo cualitativo a favor del griego es tan grande, que lo que de admiración puede quedar a favor del yankee es inapreciable, conarativo.
Yo proyecto la siguien e experiencia mental: puede darse el caso de un americano sin mas experiencia lírica que la de Whitnian. Encendido de admi.
ración puede no reconocer mayor modelo; pero en el momento en que el contacto directo con Pindaro le muestre la maravilla griega, ai instante el idolo yankee caerá en pedazos en el campo de las admiraciones líricas.
Yerba exfoliada que el viento lleva Fijese usted mi querido Casanovas, que al aconsejar yo una intima compenetración de nuestro arte con el clásico, no estoy deseando que escribamos nuevas Iliadas y Epinicias de calco y servidumbre. Esa manera de servirse de lo clásico se acabó ridiculamente y de una vez por todas con Boileau y Hermosilla.
yo pido es la absorción de aquel espíritu de orden y harmonía, de hamanidad profunda y de humanísima azon. De razón sobre todo, ya que algunos no reconocemos entre los hombres cosa mayor que la razón; y como de humanidad a humanidad hay razones y razones, no reconocenros entre estas mayor razón humana que la florecida en Roma y Grecia. Podrá edificarse un imperio mayor que el romano. el inglés; pero es a condición que, como razón de ser y existencia, este solo signifique una TARyor aplicación, una mayor extensión de aquella mens suprema, y no suprema por romana sino por humana.
La ruptura con todo greco latinismo, no es ruptura con entidad geográficamente inapreciable e históricamente nula hoy; significa ruptura con la mayor y mas eugénica humanidad.
Significa soterrarse voluntariamente en el sótano de una hunianidad inferior. Esta es otra de mis razones pano aceptar cierto hispanismo exclusivo y excluyente, como aconsejarían ciertos hispanizantes de todo tieinpo.
Ciertas limitaciones son verdaderos suicidios; y de América podrán salir muchos errores, muchas pobrezas de espíritu, muchas puerilidades nocivas o inocentes; pero no una consciente e insensata negación de la vi.
da.
Nada de lo que digo deberá interpretarse como una reprobación de ciertas tentativas de arte típico americano (desde Martin Fierro hasta el mexicano Rivera. Fuera de que esas actividades están como cubiertas por la intangible libertad individual, tienen además una importantísima significación; son la esperanza americana agitada por mano americana sobre el infinito horizonte de las posibilidades del porvenir. Un terrible quién sabe anima siempre esas tentativas. Pere es a condición de no confundirlas con las mogigateríaz plagiarias de humanidades fatigadas por la guerra otra causa. Es a condición también, que las tentativas de lo desconocido Lo que u