38 Amauta El factor técnico, procurando que todo el mecanismo escolar repose sobre bases estrictamente científicas, a fin de evitar los efectos del capricho personal y de la precipitación inconsulta, a menudo de carácter político. La ciencia de la educación suministra abundantes sugestiones y magníficos dictados para la solución de todos los problemas escolares. Por esto el mero criterio personal, veleidoso e irresponsable, ha sido sustituido por el criterio científico, de valor inobjetable. Los programas, los planes, la organización de los niños, las clases especiales, los textos, el mobiliario, la metodología de cada curso, la selección de los maestros, la administración, la estadística, etc. etc. tienen hoy un imprescindible carácter científico. Una reforma escolar, consultando el factor técnico, tiene que atacar a la rutina, a la fiscalización, al enmohecimiento pedagógico, a menudo muy adheridos al sistema educacional.
La dignificación del magisterio, el aumento de la experimentación, el creciente mejoramiento de las escuelas, etc. son algunas de las infinitas ventajas que reporta el factor técnico. El factor económico que asegura en cada reforma escolar un presupuesto decente y abundante, por medio del cual es posible llevar a la práctica, sin incertidumbres ni lloriqueos, todas las iniciativas de la nueva organización. Honradez en el manejo del presupuesto e incremento constante de las rentas escolares, que jamás deben ser cercenadas en otros fines que no sean los de la mejora educacional, con dos preocupaciones que están invívitas en las reformas escolares europeas. Las reformas aparatosas y anticientíficas no son, por lo general, sino un puñado de petulancias líricas, oficializadas con el barniz legislativo, que no tienen ni la más remota posibilidad de realizarse porque el presupuesto no lo permite.
El factor económico, debidamente contemplado, es una de las bases del éxito de toda reforma escolar. El factor maestro es de una gran significación, por lo mismo que es él quien practica, realiza y da vida a un reforma escolar. La visión, la experiencia del maestro, adquiridas en la jornada de todos los días, respresentan un valioso caudal para el reformdor. Las mejores reformas escolares europeas, la italiana, por ejemplo, ha dado la importancia que en sí tiene el factor maestro. Lombardo Radice, en su obra ya citada, nos dice al respecto: Los maestros elementales son, en la reforma, el eje de la vida de la escuela. luego agrega: La reforma vivirá (refiriéndose a la realizada por Gentile) si los maestros la saben hacer vivir. Palabras elocuentísimas cuya verdad nadie puede discutir. Por esto toda reforma escolar que representa un acaparamiento personal y que rehuye el consejo y la colaboración de los maestros es, desde su iniciación, una reforma fracasada, o, cuando menos incomprendida.
Las asambleas magistrales, las convenciones de maestros, congresos pedagógicos (nacionales y regionales) son un