Individualism

Amauta 37 Prescindir de este factor es caminar a tientas y llevar al sistema escolar por el desastroso camino de la incertidumbre, de la irresponsabilidad profesional y del caos. El factor paidológico psicológico, si se quiere que antes de echar mano del apriorismo y del personalismo siempre irresponsable y anticientífico se apoya directamente en la realidad psiquica Infantil, base inconmovible de la nueva educación. La conciencià paidológica al fin se ha impuesto y ha afirmado rotundamente la existencia de un nuevo valor: el valor infantil. Por esto el niño es y será el eje y el centro de las múltiples actividades de la escuela Este es el sentido de la nueva concepción coperniquiana de que habla Claparede. No se concibe, por lo tanto, una reforma escolar que prescinda del niño y de sus peculiaridades idiosincráticas, porque todo esto es su intima esencia y su mejor base científica. El programa escolar, por ejemplo, ya no es una mera catalogación de materias agrupadas apriorísticamente por los analfabetos de la psicologia infantil, sino es, por el contrario, una serie de actividades psíquicas sugeridas por el niño y cuya realización está a cargo del niño. es que la educación y todo el proceso del aprendizaje, no se realiza nunca de fuera para dentro, sino de dentro para fuera. Hay que penetrar por esto, con toda la sutilidad con que lo hace el psicoanálisis, en la interioridad conciente y subconciente del endocosmos infantil, pero hay que penetrar en él con romanticismo y con simpatía, sin bullicio y sin arrogancia, para no perturbar la serena limpidez y la infinita pureza de la mente infantil. base de este factor paidológico se consigue, entre sus múltiples ventajas, psicologizar la enseñanza, nacionalizar la educación y dar sentido humano a toda la reforma escolar. esta trascendencia es la mejor prueba de su imprescindibilidad. El factor sociológico, especialmente amparado en la reforma Gentile, toma en consideración las necesidades y las conveniencias sociales del país. La reforma escolar, en este sentido, tiene un carácter interpretativo y pragmático, adecuándose, cada càso, a los problemas especiales y característicos que se presentan en cada colectividad. En esta forma la escuela es el espejo de la vida, el reflejo de la sociedad y no una entidad individualista y en pugna con los intereses sociales. La Historia, las costumbres, el behaviorismo colectivo, etc. agrupan sin cesar actividades típicas en cada región, muchas de las cuales, por la importancia que tienen en sí, deben ser tomadas en cuenta al hacer una reforma escolar. El contenido de los programas escolares jamás puede ser uniforme y rigido en todo el país, ya que hay peculiaridades idiosincráticas que demandan su diferenciación. así como este caso que acabamos de citar, hay infinidad de problemas educacionales de valor eminentemente social.
Individualidad y sociabilidad son, en síntesis, dos términos inseparables de la ecuación pedagógica y de toda reforma escolar que se inspira en la vida, en la realidad y no en la mera suposición hecha en una oficina burocrática.
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