30 Amauta paran de él para plantear sus propias reivindicaciones y luchar, como tal clase, por la conquista del poder.
No tiene otro significado la sublevación obrera de Cantón en el último mes de diciembre. El catorce de noviembre último, el general Chang Fat Kuai echó del poder al entonces dictador de Cantón, general Li Chai Sun (conocido también con el nombre de Li Fi Sin. Este es un antiguo lugarteniente de Chang Kai Chek, del que se había independizado erigiéndose en dictador de Cantón. Cuando Chang Kai Chek dió su golpe de Estado en Nankin, Li Fi Sin hizo lo propio en Cantón, declarándose dictador.
Chang Fat Kuai, intimo y partidario de Wang Chin Wei, pertenece a la izquierda del Kuomintang. Sin embargo, su politica nada difiere de la de Li Fi Sin. Durante su mando, los elementos obreros de Cantón habían solicitado en diversas ocasiones la libertad de los revolucionarios que se encontraban presos por sus actividades políticas. Chang Fat Kuai se había negado reiteradamente a satisfacer estos deseos del elemento popular de Cantón. Lejos de hacer esto, Chang Fat Kuai procedió a licenciar varias unidades de su ejército, integradas por obreros y campesinos.
Aprovechando la circunstancia de que en Cantón había poca guarnición militar, las fuerzas combinadas de obreros y campesinos se apoderaron de la ciudad. Las milicias obreras, en número de 15. 000, ocuparon las oficinas del Gobierno, el domicilio del Komintang, los departamentos de hacienda y de Guerra, los telégrafos, teléfonos y todas las estaciones ferroviarias. Los revolucionarios tomaron por asalto las prisiones, libertando a los presos políticos. Se formó inmediatamente un Gobierno soviético.
El triunfo de la Revolución obrera de Cantón duró solamente dos días. La derrota de este movimiento pudo conseguirse por la acción conjunta de los generales Chan Fat Kuai, Li Fi Sin y de los imperialistas ingleses. Inmediatamente después de proclamarse en Cantón el Gobierno obrero y campesino, los torpedos y cruceros ingleses y norteamericanos entraron en acción. Los cañones de la fortaleza británica de Hong Kong amenazaron a Cantón.
Sólo así pudieron entrar en la ciudad el general Chang Fat Kuai y sus tropas.
Toda la Prensa del mundo ha relatado la bárbara represión a que se entregaron estas fuerzas. Sin depurar responsabilidades, sin juicio alguno y a instigación de los imperialistas, fueron fusilados millares de ciudadanos cantoneses, acusados de haber tomado parte en la insurrección. Las calles de Cantón quedaron cubiertas de cadáveres. Fueron ejecutados el vicecónsul soviético de Cantón y varios súbditos rusos más. Incluso al cónsul general ruso se le tuvo encarcelado durante varios días en la prisión de Cantón, sometido al régimen común. Varios corresponsales de periódicos imperialistas denunciaron horrorizados las matanzas llevadas a cabo por los soldados de Chang Fat Kual.
Se aprovecharon por el Gobierno de Nankin estas circunstancias para acordar la ruptura de relaciones con la Unión Soviétienormes