33 Amauta tacular de París es algo verdaderamente patético y conmovedor. Sonido íntimo de marzo Hoy en difícil convalescencia. los inminentes y constantes pellgros denuncio, vagamente, a mis jóvenes compañeros de América. Recuerdo tantas cosas!
Marzo va sonando en niños frutas. Ah, dichoso o que se fué a los veinte años a París! la estación se deshace en crepúsculos puros. exclaman tantos desorbitados.
El artista americano actual es absolutamente, otro del artis oyendo ese camino que partió de setiembre, ta de la generación que nos precede. Los tiempos han cambiado sé que tu ingenuidad llegaba hasta lo blanco lo lejano minuciosamente. Sólo salvados por sirenas, verdaderos milagros, sería que un pájaro pasaba por tus ojos de entonces.
nos impiden rompernos el alma totalmente en el inestable equilibrio de este ambiente, sobre todo a edad tan temprana. nosotros no por eso aumento mi soledad busco silencios nuevos, debemos ser otra cosa sino sólo americanos. Recuerdo tantas el silencio que nos lleva hasta lo primitivo.
cosas!
Las posibilidades inmensas de la cultura europea, las intereo deshacerme en árboles, en aguas, en piedras, santes disciplinas cubistas, han tomado en América significación hasta llegar al dolor del hombre que en las ciudades propia, porque han sido digeridas, quedando sólo las esencias en se vá, se vá, en gritos de músculos.
los alambiques indígenas, viniendo así a fortalecer, a cimentar nuestra plástica. El Cubismo no existe en América, y ¡cuánto mejor!
marzo que llega casi hasta las siembras Admiro con todo fervor la obra prodigiosa de Picasso, mago de en charlas de niños los abecedarios.
la inquietud; pero entiendo que sería fatal para el arte americano cultivar su milagro. Tenemos grandes fuerzas propias.
ya habrá llegado a la sierra con su ponchito Si la pintura europea gira, más o menos distante, en torno bordado de nubes azules hasta las lluvias crecidas.
a Pablo Picasso, la americana se siente arrebatada por Diego Rivera. De manera global panorámicamente podríamos decir co animo esta mañana flameando el corazón y vuelvo: mo Nietzche sobre los discípulos de Hegel: Todos los cubistas son alguien pudiera pasar por lo que no sentí.
unos burros, menos Picasso. Igual en las otras artes. Lo de mas, todos los que partieron por mis manos siempre: el grande comiéndose al chico. En América tenemos va en serpentinas de ausencia llegaron hasta el invierno.
rios grandes pintores: Carlos Mérida está entre ellos. Trabajaba ya con éxito, había encaminado de manera admirable sus investi acariciando las lejanías una crucecita de tiempo gaciones cuando Diego Rivera estaba en su interesante evolución ha reventado entre mis dedos.
cubista. Muchos de los pintores compañeros de Mérida, y algunos críticos europeos, han tomado tanto interés por su primera época me olvidaba de los juegos que sembré en tierras de otoño como por su obra última. En Mérida, recordando cronológicamen alzando las lluvias.
te, no se encuentran influencias de Diego Rivera, maestro suyo, con quien trabajara en los muros de la Secretaría de Educación. sin embargo marzo.
El arte trata de lo particular. Donde no hay originalidad no hay arte. Las ideas generales son sus antitesis. Cómo podría inte acomodo estrellas para todas las albas, resarnos el rebaño?
para que no vayan a posarse tan lejos los trinos Carlos Mérida es la personalidad artística más concreta que de los gorriones.
tiene hoy Guatemala. Ninguno entre nosotros es dueño de un arte más dominado ni con más sangre nuestra que él. la única JOSE VARA LLANO vida internacional interesante que tienen nuestras pequeñas patrias es la que le proporcionan sus hijos pródigos. Mérida ha lo 1928.
grado multiplicar y depurar su sensibilidad criolla. Obra densa, autóctona, orientada por admirables temperamentos. Sus figuras tienen un ritmo natural de vida como nuestra respiración. Gracia gún ambiente artístico (ninguno. no habría logrado llevar, sin hierática y fuego hondo. El sistema planetario de Mérida está claudicaciones, su labor, allá inapreciada. Hay que darse cuenta completo. Hay, sin duda, leyes que le rigen y que él no conoce de la fuerza, de la confianza en sí, del amor necesario, de ese magplenamente. El horizonte se abre a cada paso, como la puerta nífico respeto a sí mismo, indispensable en arte, que ha necesitade una catedral. Transposiciones de lirismo sereno, sensibilidad do para realizar su evolución. Porque, a pesar de ser un renacitierna y grande. La natural gracia poética de una canción crio miento indígena, de plástica maya, de lo más profundo, de lo más lla. Pintura inteligentemente sencilla, sintética: admirables su medular, de lo más nosotros, su obra, por incomprensión, es exmas y admirables restas. Hay geometria angélica en la herman tranjera en la tierra que la ha hecho germinar. Felizmente, México, dad con que se sostienen sus líneas. Ha palpado los objetos antes no sólo es la gran esclusa que detiene la corriente imperialista, sino de pintarlos: en arte puro, una botella es tan interesante y difícil que por la misma fermentación social y la calidad de la raza tenía como la cabeza de una virgen. El arte de Carlos Mérida ha supri que ser, de manera imprescindible, la tierra en donde adquiriera mido fronteras a la Patria, dándole una feliz calidad universal. firmeza, conciencia de ser, el arte americano.
Hay sensación mórbida, placer sensual, como si se acariciase Se ve en Carlos Mérida una gran agilidad espiritual, maleabiun seno, cuando se logra dar la poesía de la forma, me han asegu lidad, conquista perpetua y una orientación perfecta desde su más rado varios pintores. El instinto espiritualizado, vibrando en el temprana edad Fácilmente se notan las escalas de su ascenso, pincel con el calor de todo el cuerpo, tiene una pulsación perso grandes diferencias de temperatura de año a año. Esa constante nal, cada hombre ama a su modo. Hay, suave y fuerte sensibili desconfianza, inconformidad con todo lo hecho icon todo. es dad sin literatura en la obra de nuestro pintor. Gracia robus de las cualidades más nobles en los artistas puros. Ya Walter Pater ta, ligera, que tiene al par ese vigor pesado, voluminoso, de las ununciaba como necesidad, como sistema, verdadera escuela, percarnes de color de tierra de nuestros indios. Así también los pai fecta disciplina estética, la rebelión perenne contra sí mismo, la sajes frescos, húmedos, con el olor de la tierra después de la llu eterna inconformidad. Leo en Sainte Beuve: Il serait bon pour via tropical, con esa tonalidad única del paisaje nuestro lavado a esprit de faire tous les ans une chose nouvelle, et de les traiter latigazos. Se estremece toda la carne mía, nostálgica, con estos comme la terre qu on ensemence tantot une façon tantot une fragmentos de la apoteosis de nuestra tierra y nuestro sol. Sólo autre. Qué hará Mérida en América después de su segundo así, por fuerte evocación poética, el paisaje reinventado en la tela, viaje a Europa?
recreado, cobra significaciones inefables.
Mérida llegó a México pocos años después que regresara de toda la obra de Mérida tiene denso su carácter netamente su primer viaje a Europa. Se creara aquí su adolescencia necedecorativo, americano, una amplia intensión contemporánea. Ha sidades absolutas de libertad en el ambiente que no ha vueltosido toda su vida pintor y sólo pintor, a pesar del tiempo terco. de la gran incubación pictórica animada por Apollinaire: los Fauves sin esa admirable dedicación, verdaderamente heroica en nuestra y los Cubistas. Anita Brenner, en su escrito Renacimiento MexiPatria, en donde su obra es demasiado pintura, porque no hay nin cano. sitúa así su acción de entonces: Carlos Mérida, que pre