Marx

24 Amauta E EN A DE LA VIDA Lo más inútil de la existencia tiene mi voto, mi consonancia entera.
Agotaría todos mis movimientos desde el centro de mis nervios. Volveríame antiguo en perfecta tensión de ayer. lo demás sería cosa de ponerse de pié. quién no lo crea que anime su Verbo para batallar duros mitos.
Opondría azules cálculos que bajen de cero. ejércitos rojos en marcha, la soledad horizontal de las estepas que acaban en dulces cosas de amor.
Pero vuelvo a mi centro de orina natural.
Aguijo todas las latitudes por donde pasa la mujer tan ligera rozándome mis carnes.
Este instante es el mismo sufrido de igualdades. tan cierto que no podría negar su piel que aún queda corriendo por mis manos.
II cualquier esfuerzo cuadrilátero o por más linea ue me sea enemiga opongo mi palabra, puesto que mi vida exigeme tal lucha. Opongo mi soledad. cuanto me sale de las ganas de querer. De hombre contra el hombre. bien de amor contra amor. cada vuelta estoy en pugna conmigo mismo hasta encontrar argolla. De tal suerte que mi vida siempre empieza en donde lucho a garra de animal y piel de canto.
Por tal palabra, desnúdome de risa. paso traficante, opongo mi pureza.
Así me voy dando cuenta que cuanto vive, vive de la muerte que ocasiónome ante tal cosa. Siempre ante tal cosa!
III a JEAN CASSOU PARIS Aquí todo me es cierto.
El dolor me es cierto.
El Sacre Coeur me es cierto.
Hasta las calles y cuando duermo me es cierto! Yo sufro por cuanto me es cierto.
Yo vivo puro ciudadano. Duermo y no sueño.
Me siento en cuanto es cierto. Todo es cierto!
Yo presencio las existencias. Amo cuanto camina y lucha en son de verdad. Yo he seguido el hilo de cuanto hase martirizado y me es ahora cierto.
IV Esta vez que vuelvo yo de viaje me falta mi madre muerta. Me falto muerto. Me falta todo lo muerto.
Esto es faltarse completamente.
Mi casa hasta las paredes saben decirme que ella me falta.
Esta vez que vuelyo yo al hogar he encontrado a mi padre sentado sobre el toque del alba, oyendo la voz de mi madre. La voz que decía por sus ojos camina por mi vida.
Esta vez yo noto que me falta aún más, como puede faltarle a uno el corazón, la boca, las manos o el despertar.
Yo se que de aquella vez me he quedado ca.
minando en ese día.
Hoy que vuelvo a mi casa me falta hasta el sonido de mis zapatos.
Me falto como nadie puede faltarse.
XAVIER ABRIL Patriotismo, para él, no era pretexto de pillos, sino religión de hombres honrados.
Pensaba que las razas y las nacionalidades no deben ser obstáculos al logro de la fraternidad universal.
Con una visión admirable de lo que sucedería en el porvenir, pensó que luego de terminada la lucha en los campos y conquistada la independencia de Cuba, surgirían las pasiones bajas ocultas hasta entonces en lo más hondo del espíritu al borde de los labios. previniendo a los cubanos contra una sorpresa funesta por parte de cierta fauna de caudillos oportunistas que ya comenzaba a mostrar las uñas, advirtió severamente que la patria es ara y no pedestal. Intuyendo el peligro que para Cuba representarían en un futuro inmediato los Estados Unidos, gritó su palabra de alerta. Debéis tener siempre presente que es locura de parte de una nación esperar de otra favores desinteresados, y que deberá pagar con una parte de su independencia, todo cuanto a tal título aceptare.
Sabiendo que un pueblo de oficinistas, acaba en ser una tribu de parias, decía. La independencia de los pueblos y su buen gobierno vienen sólo cuando sus habitantes deben su subsistencia a un trabajo que no está a la merced de un regalador de puestos públicos, que los quita como los da y tiene siempre en susto, a los que viven de él.
La república de hoy no es la que soñó Martí. Dista mucho de serlo. En ella se han asentado los fueros y los privilegios. No se ha practicado jamás el culto a la dignidad plena del hombre.
Se han desobedecido todas sus indicaciones acerca de lo indispensable para conservar la independencia. Más de un caudillo ilefrado y aventurero la ha utilizado como pedestal. No se ha ocupado nadie de vigorizar nuestra economía nacional, única manera de conservar nuestra libertad política. La lengua del adulador no ha sido clavada como él quería donde todos la vean. Cuba no es una república libre, formada por ciudadanos libres, sino un agrupamiento de burócratas timoratos. Nadie se ha tomado el trabajo de dar su sentido trascendental a la educación. pocos cubanos muy pocos y que han sido vistos por sus hermanos como a postados se han armado agonistas de la integridad nacional y han recogido la palabra del Maestro para repetirla constantemente a la muchedumbre idólatra y sensual que endiosa imbéciles o se vende por un puñado de pesetas.
Pero apesar de todo eso, todavía es tiempo de rectificar nuestros errores.
TODO ESTA EN NOSOTROS. EL PENSAMIENTO SOCIAL DE JOSE MARTI Martí, espíritu alto y recio, sabía de los crímenes y sinrazones del régimen social establecido, y anhelaba sustituirlo por otro más justo.
Soñaba con trizar el sufrimiento de los hombres.
Convencido de que sólo la unión de los que han hambre y sed de ella, realizaría el milagro de instaurar la justicia social en la Tierra, decía reforzando un pensamiento de Karl Marx: Juntarse es la palabra del mundo.
Asombrado de que hubiera hombres que no sintieran en sus mejillas los bofetones que otros recibían, y en sus estómagos el hambre que a otros martirizaba, decía. Quién no ha meditado en los visibles dolores de los hombres, en las desigualdades injustas de su condición, no fundadas en desigualdades análogas de su aptitudes?
Creía que todos los hombres tienen el mismo derecho al agua, al aire, a la tierra y a la luz del sol.
Amaba intensamente a los obreros, porque él era un obrero también. desmintiendo ciertas afirmaciones mezquinas, pregonaba que si por fuera están sucios de cal y lodo guardan en su interior las virtudes respetables.
En economía política y en buen gobierno. decía. distribuir es hacer venturosos.
Prefería por leal y sana la mano callosa del trabajador, a la mano ensortijada del holgazán opulento. a solas, con noble empeño, aderezaba cuadros de distribución equitativa de las riquezas.
De vivir hoy, Martí formaría en nuestras avanzadas, que luchan según la frase precisa del gran José Ingenieros por desenvolver la justicia social en la nacionalidad continental.