CapitalismVíctor Raúl Haya de la TorreWorking Class

Amauta 33 vajismo y del feudalismo, que el capitalismo encontró de perlas para controlar al proletariado. Pero la dosis pequeñísima de libertad económica y social que los trabajadores del mundo ya han conquistado, les ha permitido tiempo suficiente para pensar y estudiar y el problema religioso es entre nosotros de segunda importancia y algo estrictamente personal. Ha sido substituído como asunto primordial en las actividades cerebrales humanas, por el problema social y el problema económico, problemas estos sí cuya solución está dentro de nuestras facultades y cuyo estudio puede abarcar nuestra inteligencia.
Afortunadamente para los pueblos hispano americanos, al derrumbarse el andamiaje religioso, nuestros espíritus no se han venido también abajo cayendo en el materialismo de la ambición de riqueza y de actividades puramente utilitarias en que están cayendo otras razas, y nos estamos dando cuenta de que está siendo sostenido por algo mucho más fuerte que las supersticiones religiosas y que es el culto a todo lo que es bello, el amor a todo lo que es bueno.
Quizás el más brillante luminar que guía en estos momentos los pasos de los hombres es Rabindranath Tagore, y, hablando de los indios suyos, dijo recientemente lo que bien se puede aplicar a los indios nuestros: Nosotros que no poseemos nada, creemos ya vislumbrar los misterios del infinito.
New York, 1928 Doovi PARIS ורי PE E R N A RAUL HAYA DE LA TORRE PEREGRINO TAMBIEN LA RISA, dibujo de Juan Devescovi, presentado en la exposición de dibujos de Devescovi y poemas de Xavier Abril (París 1927. Madrid 1928. para la cual el notable literato francés Juan Cassou escribió el siguiente voy con mi canción campestre a solas arrancada a la arcilla que siente y la piedra que canta PREF с. Го peregrino en las mañanas amarré la aurora en mis labios y en el palo mayor del ensueño icé mis cantos.
peregrino tuve terror a las tinieblas y ascendí en las tardes los montes para agotar mi sed con los crepúsculos en la noche no me hospedé en la cabaña del silencio supe poner siquiera el claro murmurar de la luna sobre mis huellas.
HOY llevo el alma empeñascada es cumbre para mi existir EL LADRIDO SINIESTRO NO ME TURBA EN LA ESTRELLA LEJANA PUESTA TENGO LA ES(PERANZA Un joven pintor peruano llega a nosotros, pero, en lugar de ceder a todos los encantos que la cortesía europea ejerce sobre buen número de sus compatriotas, se reserva la originalidad de su raza. Poco sabemos de ésta. pesar de ello, nuestro joven artista casi no teme equivocarse al querer ver en la parte de misterio que lleva en sí, expresado y significado, todo lo que se ignora de sus antepasados y de su imperio.
Algunas piedras, sin embargo iy tan magníficas. son el solo testimonio de su grandeza, algunas piedras, con sus decoraciones geométricas y florales y esas grecas anchas y apretadas que evocan no se sabe qué monstruosas mandíbulas.
De estos motivos, Juan Devescovi ha sacado estos rostros despojados y patéticos que nos dan la medida de lo que puede llegarBe a producir de más expresivo con sólo algunas manchas negras y algunos breves trazos.
Máscaras en las que, por una extraordinaria osmosis, se ha transportado todo el dolor de los rostros que recubrían, hasta el punto de hacerlos desaparecer, no quedando ya nada tras estas órbitas y estas risas trágicas.
Como los dibujos de Juan Devescovi, los poemas de su compatriota y compañero Xavier Abril, parecen todavía impregnados del espanto nocturno que, en la nostalgia de sus orígenes, posee a estos dos jóvenes espíritus. Los poemas de Xavier Abril llevan la característica del ensueño y de la inquietud y tan sólo esta característica de tal suerte que se encuentra en ellos el mismo secreto horror y furor expresivo que en los dibujos de Devescovi.
Algunas palabras, algunas interrupciones nos son suficientes para transportarnos a las regiones del sueño, donde los sentimientos afectan un aspecto más directo y más intenso que entre las impurezas de la vigilia. Así se logra una decantación moral, operada por la gracia de la poesía y de la noche, que es de un gran arte.
Una exposición como ésta tan simple y tan desnuda es una prueba convincente de la energía que los jóvenes artistas y poetas SAMUEL RAMIREZ CASTILLA Puno.