28 Amauta Iglesia. Pero cuando la Iglesia ha maldecido esta tradición; cuan cito, a un hijo matar a su padre, a un monje matar a su bad, y do la Iglesia en vez de ayudar a los pobres, ha ayudado a los ri a un súbdito matar a su rey. En todos los casos en que hay de cos; cuando la Iglesia, como leía yo recientemente en un texto recho para matar, puede hacerlo otro por vos puesto que esto es de historia, ha sido la peor enemiga del indio y del jornalero; cuan un servicio que le inspira la caridad.
do la Iglesia ha excomulgado a los indios que han pedido tierras y (Theología Moralis, 90, edición de Trevoux, 1729 por Herman ha negado el bautizo a los hijos de los agraristas, la Iglesia no Busembaum, Lacroix, Colendall, Montasan y Colonia, todos jesuimerece ningún respeto.
tas. Aquí tenemos la palabra de la Revolución. Aquí tenemos un Las citas pueden continuar. No tengo espacio para ello. Cóeco viril del hercúleo corazón mexicano que está enriqueciendo mo es que el curita Sánchez se asusta, tiembla de pavor, si en el con sangre la vitalidad de un pueblo y una generación asombro peor de los casos, la revolución no hace sino apropiarse estos mésas. Tal la verdad, que solo ánimos tenebrosos como el jesuíta todos sostenidos y auspiciados por la Iglesia católica. Olvida acaSánchez y su cuadrilla intentan oscurecer. Allí está toda la sabia so el hecho histórico de Raimundo Lulio, conde de Tolosa? Dice orientación de los caudillos aztecas. En pie la sólida estructura la historia que Inocencio III ofreció el cielo a todos los que comde su programa en el ramo de Instrucción, Agrarismo, Obras Pú batieran a los albigenses, después de la desastrosa derrota de los blicas, Economía Social y Política.
sofistas católicos en Montreal. a propósito, quiero recordar aquí una anécdota histórica, Los defensores de la ciudad habían verificado una salida con narrada por el Secretario de Educación Pública, al inaugurar la poca fortuna, y al volver, entraron los cruzados confundidos con escuela al aire libre Domingo Faustino Sarmiento. Ocurrió en ellos.
Nogales, en la línea fronteriza con los Estados Unidos. Cómo distinguiremos a los herejes? preguntaron los sol Yo ví, dijo, sobre la cresta de un cerro, un edificio de la dados al legado del Papa.
drillo, fuerte y hermoso. Pregunté a qué se destinaba, y se me este respondió: dijo que los vecinos más pobres, los que habitan en unas profun. Matadlos a todos, que el Señor conocerá a los suyos.
das barracas de la ciudad, estaban construyendo la escuela. Vi Así gritaba el abate de Citeaux. Así gritaría el jesuita Sánsité el barrio y me hallé con un anciano llamado don Isabel, quien chez si pudiera achicharrarnos. Los federales matan a los bullanencabezaba el movimiento. Cuando hablaba con él, le expresé gueros de Viva Cristo Rey. Espero que les reconocerá en el cielo.
que debería estar satisfecho de su obra, porque debido a su es Que agradezcan al gobierno revolucionario la oportunidad que les fuerzo, se lleva a cabo esa edificación tan apreciable. Le dije brinda para marchar derechitos a gozar de la bienaventuranza eque el pueblo le agradecería lo que estaba haciendo. entonces terna.
don Isabel me contestó. No me deben agradecer nada. Cuando UNA ESTADISTICA SIGNIFICATIVA fuí joven, en mi estado natal, Guanajuato, acarrée mucha piedra para construír una Iglesia. Pero cuando uno cruza la frontera pa Ahora que hablo en números, en casos concretos, toma nuera trabajar, del otro lado no le preguntan a uno si sabe rezar. En vamente de la Historia los siguientes datos: cambio, desean saber si uno puede leer. ahora, ya me ve Ud. En 1490 había en España 16 millones de habitantes y 60, 000 estoy acarreando piedra para construír una escuela.
sacerdotes y frayles de todos géneros y categorías; esto hacía Así se trabaja en México. No vanamente tiene la Revolución una persona consagrada a la Iglesia por cada 267 españoles. En como Presidente a un Maestro: Plutarco Elías Calles. La vida 1610, eran 110, 000. Los 16 millones bajan a 8, 500, 000. Hay pues económica de México. dice el ilustre gobernante, que acaba de un frayle por cada 77 habitantes. En 1690 pasan de 168, 000 y dar a los dictadores innobles de América un bello gesto de mora población continúa descendiendo a seis millones. Cada año aumenlidad cívica, al no beneficiarse con la prórroga del poder de a ta 700 sotanas y hábitos, y disminuye la población en 21, 250 ha6 años, es algo que no depende, por fortuna, de las docenas de bitantes, quedando ya sólo 36 por cada clérigo. Desde 1690 a agitadores que toman a la Iglesia católica como un pretexto para 1768 la gente de Iglesia empieza a bajar a 149, 000 y la población desahogar su viejo rencor por los hombres y los gobiernos de la crece de seis millones a nueve millones y medio. En 1820 el clero Revolución. Ni industrias, ni comercio, ni actividad ninguna cla continúa disminuyendo hasta 118, 000 y la población sube a 11, 600, ramente productiva, dependen ni han ependido nunca del grupo 000. De 1820 a 1823 se convierten en 90, 000 y la población aumenta de agitadores católicos que intentan ahora este ridículo movimiena 13, 500, 000. En 1860 se publicó la última estadística oficial y to, y las fuerzas vivas del país se han movido siempre y desarro los freyles quedaban reducidos a 43, 000 y la población subió a más llado sin dejarse guíar por quienes toman la religión con fines de de diez y seis millones.
exhibicionismo o de medro.
Dejo, por ahora, a consideración del lector el comentario.
NO MATARAS El Perú cuenta, según el último dato de la estadística oficial proporcionada por la Diócesis, y que desde luego está muy reduciQué pueden alegar, pues, los católicos en contra de la Revoda, con 3, 125 frayles y monjas, fuera de los llamados hermanos, lución? Yo quiero demostrar ahora, con palabras de los mismos sacristanes, y demás gente del oficio.
miembros de la Compañía de Jesús (pobre Jesús) cómo la politica del clero mexicano es la misma de la Iglesia católica en todos CONCLUSION los tiempos.
Queda demostrado, en síntesis, de un lado la obra construc La guerra del pueblo contra el príncipe no es mala en sí tiva que se lleva a cabo en México, y de otro, el empeño de los misma, aunque se le ataca personalmente. Contra los tiranos de católicos por entorpecerla. La Revolución no puede malograrse por usurpación, toda la República y cada uno de sus miembros tiene mal fundadas libertades y derechos, que los conservadores han el derecho de levantarse y librarse de la tiranía (Baltasar Alvasido los primeros en hollar cuando tenían el poder. La violencia rez, jesuíta, editor del Tratado de Suárez sobre las virtudes teoes necesaria, más cuando hay que defenderse de los que pelean logales, Disp. 22, secc. 6a, pág. 474. Edición de Coimbra, 1622. desde la sombra y convierten la Cruz de Jesús en un puñal para El pontífice romano viendo que lo que sucede en Francia tiende a destruir la religión en toda Europa, se vé obligado por tratar de imponer mezquinos apetitos. No nos dejaremos engañar por el jesuita Sánchez ni por ninguno otro. La verdad resplandece deber, de poner en obra todo cuanto pueda para impedir tan gran claramente para que no sepamos encaminar hacia ella nuestros pamal y lo hará ciertamente, y se armará, y usará de las dos essos. Este mismo clamor hipócrita que elevan los clericales, en conpadas, de la espiritual con su propia mano y de la material por tinuo gerimiqueo, es una prueba irrefutable de que se encuentran mano de otro.
incapaces para arrastrar a sus víctimas al matadero. Cuando los (Jacobo Keller, jesuíta, El tiranicidio. cuestión 2a. pág. 21 fanáticos están furiosos, es que la máquina del Estado va bien. y siguientes; y cuestión 9a. pág. 119. Edición Munich, año 1621 nos decía Renan.
con aprobación de los superiores y del general de la orden. Creemos que tenemos razón en exceptuar de este precepto Ya lo sabe Ud. amigo Sánchez. Con que, vuélvase al redil que Dios ha hecho de no matar a aquellos que matan por conserdel Señor y abomine de las vanas pompas y acechanzas de Satanás, porque en verdad os digo que es más fácil que pase un cable por var su honor, fé, reputación y otros bienes. Pirot, jesuíta, Apología de los casuístas, pág. 88. el ojo de una aguja, que entre un rico en el reino de los Cielos. Para la defensa de la vida o de cualquier miembro, es líRicardo Martínez de la Torre.