Socialism

61 Amauta La religión significa un atributo de oposición étnicay representa en este sentido un instrumento de ataque o defensa.
Estados Unidos de Norte América puede emplear el arma de la religión como un medio de disgregar las energías de sus vecinos, de disolver su unidad, y causar su mayor sometimiento a la Unión de las fajas y estrellas.
Centro y Sud América podría usar la religión suya como una réplica a la ofensiva de los einisarios norte americanos. Italia, concentra tu sangre en tu corazón cantaba el poeta Shelley hace cien años. Podríamos hoy repetir el verso, diciendo: Méjico, concentra tu sangre en tu corazón, y siente la diferencia que te distingue, hasta en tu religión, de tu ambicioso vecino.
Méjico, el adalid de los países colombinos ¿será bastante maduro ya en su rigor para triunfar con su individualidad sobre la absorbente mole sajona, sin el apoyo de la religión que lo enlaza a todo un continente, y a España, y al poder papal que, aunque imperialista para sí, en lo demás es universalista y se prestaría a conciliar para los fieles, voluntades en la lucha contra el actual Amo del Mundo? si Méjico pudiera emprender ya la campaña, solo con su escudo y su espada. podríamos también nosotros hacerlo en esta mismą. época, nosotros, los sud americanos, dispersos en difuso aislamiento en los espacios inmensos del territorio continental?
La cohesión de religión; la cohesión de lengua, es lo único que nos queda de defensa moral ante el nivelador empuje del mercantilismo norteamericano. Deberemos entregar los postreros girones de nuestra individualidad al Comercio Extranjero que abre fauces inconmensurables; deberemos dejarnos devorar, consentir en nuestro anulamiento, saludar gozosos, la Nada envuelta en un festín de cabaret. Oh, fin inícuo, muerte lastimosa de la estirpe de Montezuma y Manco. Imaginaos la Historia, contando ese desenlace! La No Resistencia abyecta en contraste con la No Resistencia heroica de Gandhi en la India. El goce efímero de los logreros en lugar del sacrificio inmortal de los mártires. Paises, Continentes sin redención! Ni Montezuma, ni Atahualpa redimidos por la proeza de sus descendientes.
De principio a fin la Raza Azteca y la Raza Incaica dominadas, encadenadas como sus emperadores indígenas, llevadas al patíbulo del trabajo esclavo por el Sindicato de Banqueros de Wall Street!
La iglesia nacionalista de Méjico sí es un ideal lógico y bueno. La Iglesia Nacionalista en principio, y no solo como una especialidad mejicana, significa la disgregación del poder papal, un poder, nos parece, que no puede existir sino en obediencia a conveniencias temporales, porque las conveniencias, eternas no exigen que la fé humana tenga una cabeza, una autoridad humana.
Pero, la conveniencia temporal da razón de ser a la jefatura eclesiástica, tal como da razón a la existencia de toda otra clase de jefatura puesto que la acracia positiva solo podría realizarse en circunstancias en que toda cabeza humana fuese capaz de gobernar los actos individuales de una manera amoldada a la armonía general.
El más capaz gobierna, donde no todos son capaces.
El que el gobernante sea bastante tachable, no quiere decir que no sea el más capaz entre los incapaces.
Un mundo católico dividido en tantas iglesias nacionalistas como hay soberanías políticas, se convertiría probablemente en un campo de Agramante de discusiones internas y voces externas. Sobre todo, manejado el fraccionamiento del complejo católico por hábiles manos diplomáticas en Washington, la cisión religiosa sería una mina inagotable de juego político para una Cancillería Rooseveltiana. El últimc factor de cohesión del bloque americano meridional roto, rebelde a la voz del Papa que aveces llama a la unión fraternal de todos los feligreses, el sueño mal oculto de América para los norteamericanos se haría fácil realidad.
Seductora viene la resurrección de que habla Eliñeda. La resurrección que traen los misioneros protestantes, capituleros políticos y zapadores del imperialismo sajón en América, Asia, Rusia, Turquía, y doquiera que penetran, desarraigando dulces cultos ancestrales, ofreciendo un plato de lentejas en pago de abjuraciones inmorales o inconscientes; corrigiendo los hábitos corrompidos en las viejas parroquias católicas, como los primeros misioneros católicos corrigieron la barbarie al pié de las piedras sacrificadoras de los tencalís, para más tarde causar ellos otra secular pasión. como lo hizo la Cruz de Valverde y no de Cristo.
En resumen, enmarcándonos estrictamente dentro de nuestra época, somos nacionalistas convencidos.
Tenemos por artículo de fé que vivimos con el deber de conservar nuestra personalidad individual y la colectiva, primero nacionalista que ampliamente social.
Las cimas del pensamiento en el Perú bien pueden divisar la luz de un socialismo sin límites de fronteras, de un humanismo sin contornos de raza o religión. Pero, hemos nacido peruanos, y nuestro deber inherente es para con el Perú. Nuestra mirada tiene la obligación de no extraviarse sobre Europa y Estados Unidos, sino de concentrarse sobre el indio de la tierra patria. Al ánima del indio no la podemos elevar con nosotros en las expediciones científicas y especulativas de nuestra mente ilustrada. El indio no puede compartir con nosotros nuestros credos avanzados.
El alma del indígena es dueño de estas sierras y de estas montañas. No debemos exponerla al torrente arrollador de una civilización completamente extraña y fuertemente robustecida en lejanos climas. Si así la expusiéramos al choque mortal, seríamos, los espíritus dirigentes en el Perú, semejantes a los hijos de Jacob que vendieron a Josef a los egipcios.
El Comercio del Norte acecha al indio para destruirlo. Quiere su brazo para dar fortuna a los hombres blancos, que nunca se rebajall en ir a las lumbreras, ni jamás echan lampa en los matorrales del Amazonas. los más aprovechados de los indios aquel Comercio dará buencs zapatos, bonitas casas, instrucción escolar, aseo, decencia; pero, le quitará al indio el arte, la leyenda incaica, el yaraví, la quena, el cuchillo labrador de marvillosos dibujos, aquel Comercio de los Millonarios que, incapaz de engendrar estética elevada, importa la música y las pinturas de los alemanes que detesta y de los italianos que desprecia y paga los bailes de los negros a quienes quema en la hoguera. Alma y cuerpo; espíritu y materia. quién pondremos de guardián del indio sud americano, en el cual los reyes del mundo han puesto, los ojos para que remen su galera. quién. De qué fuerza disponemos en el caos de las pueriles luchas personalistas, de las discordias o indolencias internacionales, y de los desiertos rústicos, sin población y sin apóstoles?
De ninguna fuerza propia disponemos por ahora; el progreso ma. erial del Peru descansa en préstamos, y ese progreso material más a más no es progreso moral. La banca de Estados Unidos de Norte América es el dueño del progreso visible de Centro y Sud América. Méjico, en sus forcejeos de emancipación ¿podría vencer sin una America latina a sus espaldas? Méjico, en brega solitaria ¿no caería al fin abatido por la supremacía de los recursos de su contendor?
La Lengua de España, la Iglesia de Roma, dos elementos ajenos al aborígen sud americano, han formado, sin embargo, el principio de unidad que hace de las partes meridionales del Continente un bloque contrario a la parte septentrional inglesa y protestante.
Que Méjico luche como pueda, nosotros que contemplamos su campaña no debemos lanzarnos en pos de esa república, iniciando agitaciones religiosas. No quisiera o