Amauta 49 R E VITAL POR ANTENOR ORRERO Hay muchas artes poéticas. por qué no ha de haber un arte vital?
ESTANCIA La palabra fluye; pero jamás fija. Fija, limpia y da esplendor no es sino una trampa o cebo paradógico, porque lo que está fijo no esplénde porque carece de vibración, porque está muerto. Esplendor es vivacidad, fluidez, cambio, gaseosidad.
Jóvenes: haced vuestra palabra gaseosa, porque vasos sólidos sólo podéis hacer con arcilla.
Con palabra solo se hace espíritu y pensamiento.
Una cosa hace falta: gasificar la palabra. Es decir, vitalizarla.
El dogma es sólido, pero la sabiduría es gaseosa.
Poned la palabra al servicio de la sabiduría.
ESTANCIA III Me declaro enemigo del pensamiento puro: del pensamiento supérfluo que no tiene más valor que un escueto valor especulativo.
El pensamiento es instrumento de la vida y, por ende, no puede excluirla.
El hombre piensa para comprender, y comprender es superar. Cosa comprendida es cosa superada.
La imperfección se vence por la acción y ésta no puede verificarse sin antes haber sido pensada.
Si el pensamiento no sirve para superar y mejorar la vida, jabajo el pensamiento!
Cada vida, cada partícula de vida no es sino un pensamiento, y cuando éste cesa, cesa aquélla.
Es preciso elastizar o amplificar el sentido de utilidad. La utilidad materialista, la utilidad utilitaria, o sajona nos ahoga. Filosofía de establo; cárcel demasiado estrecha para el espíritu.
Es útil todo lo que sirve a los fines o al designio de cada sér. En este sentido, el amor, el arte y el pensamiento son tan útiles como el dinero y el alimento.
Elasticemos, también, el sentido de interés que anda rebajado y vergonzante.
Cada sér tiene sus intereses propios, según el contorno que sirve de receptáculo a su vida.
Hay intereses de toda jerarquía: altos y bajos, mezquinos y generosos. El interés és un valor vital como todos los demás valores.
La vida no es nunca desinteresada; lo desinteresado es lo muerto.
La vida está cargada de intereses.
ESTANCIA II Acabemos con la petrificación de la palabra: La palabra no es sólida sino líquida como el agua, y como ella debe fluír.
Es más: es gaseosa, y nunca debe perecer en el significado. La palabra no significa sino que se la hace significar.
El yeso no vale como yeso, però vale como fachada, hija de la imaginación y del capricho. Es decir, hija del Espíritu. Vale como mil, como millones de fachadas.
Hasta ahora hemos asesinado la palabra, hablándola.
Es preciso que la vivifiquemos hablándola, es verdad, pero sobre todo, entendiéndola.
El diccionario es sólo la osatura del vocablo; el espíritu lo posée y lo insufla el artista.
Tratemos la palabra como un espíritu.
Hemos hecho algebraica la palabra, matándola de esta suerte. La hemos fijado en uno de sus gestos. Es preciso resucitarla espiritualizándola, haciéndola gaseosa, lista para cualquier plasmación.
Amor, no significa nada por sí. Significa cuando el corazón que la musicaliza y el cerebro que la piensa pone en el seno de ella un ímpetu estremecido.
Si cada palabra fuera una fórmula matemática nunca podríamos rebasarla; nunca podríamos expresar ideaciones o emociones nuevas.
En el principio el verbo fué de Dios, pero, el hombre se olvidó de que lo fuera y lo corrompió haciendo con él fórmulas o anaqueles. Nacieron entonces los diccionarios y las academias de la lengua.
Varón o hembra, es preciso que te expreses. Para eso has nacido.
El ojo de Dios te vigila. No hay cómo echarse a la bartola. Tú crees que el sol se oculta cada tarde y que la aurora se desgarra cada mañana para que tu sigas pegado a la roca de los parásitos?
Debes saber que no habrá más crepúsculos y que tampoco habrá más auroras sino arrojas los pies y las alas hacia el camino.
Dios no puede quedarse en tí petrificado. Por eso es que debes seguirle con los pies de tu carne y con los pies de tu alma. éste debe ser el sentido de tu goce: sentido del camino. En el ser no hay más que camino. Sin camino no hay Sol que duerma cada noche ni hay tampoco aurora que despierte cada día.
La parada tiene su castigo eterno: desandar lo andado y andar de nuevo. Todo camino es inexorable para nuestros pasos.
Dios no parece oneroso, pero lo es. Lo cargas sobre tus espaldas. Nada hay más responsable que tu espalda.
Puedes no sentir la carga, si quieres, porque eres libre; pero volverás una y otra vez a recomenzar tu destino.
La carga gravitará siempre sobre ti para que llegues a sentirla hasta la matadura. Sólo entonces serás responsable.
Desde la cima de la responsabilidad ya será posible que vislumbres tu estética y tu ética.
Entonces habrás alcanzado a expresarte.
Tu eres camino y tu camino es expresión.
ESTANCIA IV Expresado o cumplido ya, en tus múltiples responsabilidades, habrás finalizado tu ciclo militante pero, a la par, que te expresas habrás de enseñar o adoctrinar. qué es lo que expresas?
Tu vida es grande porque es simultánea. Simultánea en su expresión y en su enseñanza.
Entonces entrará en función tu libertad y tu bondad.
Es perentorio que conozcas tu mensaje para enseñarlo.
Es preciso por ello que tu conciencia asuma el señorío de tu destino y de tu mensaje.
Todos los seres y el mundo lo están esperando. Dios se revela por ti mismo y en ti mismo.
Te sentirás sagrado y humilde a la vez. Revelas y te revelan. Enseñas y te enseñan. Eres profesor y discí.
pulo.