50 Amauta A DR G D C M A A I OS XAVIER ABRIL. Todas las campanas nocturnas tienen sus lechos de plumas.
Todas se reclinan como novias en la dócil atmósfera. hasta llegar a la cueva del sueño descienden cientos y cientos de metros.
Todas las campanas nocturnas cuando mueren suben al cielo. Un vaso cortó el aire y estalló como una bomba, junto una de las muchas mesas con gente beoda.
En medio del vocerío general, dos hombres se insultaban rotundamente. Afirmaban y negaban. Se defendían y se amenazaban. Los mozos se confabulaban contra el que debía.
De entre el vocerío salía la voz pacífica de ¡Calma. Calma. Hay maneras de entendersel El olor típico de la cerveza derramada se esparcia por todo el salón. Se hizo el tumulto. Los vasos se estrellaron en el suelo. Los hombres se encaramaron sobre las sillas para presenciar la lucha.
No pude resistir por más tiempo la densidad de la escena. Estrellé el vaso en que había bebido, contra la cabeza más lejana que elegi, y abandoné la taberna.
Ya en el camino, el cielo despertaba. La luz se ex tendia como una gota de aceite en un papel de seda.
Cuando ya era la mañana, lejos vi insinuarse un carretón, como una vieja aldeana obesa y brusca, seguido de una nube de polvo. Pocos minutos después pasaba ante mi. Unas caras aburridas me preguntaron el suceso de la taberna. Afecté no saber nada, y lejos de lo que yo esperaba, me dejaron en paz. Continué mi camino. La mañana se había vestido ya completamente. Por momentos esperaba columbrar la ciudad a donde me dirigía. Ardía en deseos de echar un sueño. Pero no sueño teniendo piedras por almohadas. Tengo la idea que estos sueños no son reparadores. Siempre duermo así y por eso me encuentro tan viejo y tan raído. Espero una cama confortable y aérea. Sólo así, aunque se trabaje mucho, se puede vivir largo. Por esto el pobre muere pronto; seapaga como un farol de kerosene. El rico vive largo, es como una lámpara de gas. Si se apaga casi siempre es por rotura o por vejez.
Por más que mi imaginación era afecta a creer cerca a la ciudad, la realidad no la correspondía. Años antes, muchos años atrás, hubiera experimentado en esta circunstancia un furor extraño e incomprensible.
Tras de mí, he sentido un ruido lejano. Es el carretón que vuelve. Se acerca. Lleva dentro un muerto, un preso y las mismas gentes aburridas que pasaron enantes.
Los amigos ni siquiera se han dignado acompañar al difunto. este ha podido ser cualquiera de ellos, hasta yo.
Poca importancia se dan a sí mismos.
El carretón ha pasado. con su carga también mi pesadumbre. Porque estos hombres me enseñan a dejar pasar todo lo que sucede, como el labriego que inclinado ante el arroyo vé pasar veloz una hojita seca.
Mi camino se va prolongando. Creo ver, allá al fondo, la torre de una iglesia. Es la ciudad. Pronto dormiré en una cama aérea.
ESTUARDO NUNEZ Las campanas muchas veces preguntan al silencio si las quiere!
Llaman. Llaman y nadie responde.
Caen como mariposas engañadas en la Luz invisible de la noche.
Una campanada enferma tose y otra quiere subir a la Luna.
Ninguna campanada logra encontrar la senda de su cuna.
un Ha llorado la Luna las cinco campanadas de la hora.
La noche siente en los tanidos.
La noche enamorada besa al silencio en la campana.
Fué el Señor quien rimó la campana y le dió su temblor.
Jose Rivas PANEDAS.
Madrid. 1927.
ESTANCIA Tu eres camino, tu camino es expresión, tu expresión es enseñanza, tu enseñanza es responsabilidad.
ESTANCIA PENULTIMA Varón u hembra, destierra para siembre la mentira.
Tuércele el cuello como a la elocuencia.
No podrás nunca expresarte ni enseñar mintiendo.
El mundo te pide, a gritos, lealtad. Nada más antivital y anti divino que la traición.
Ši te traicionas te defraudas a ti mismo y al universo entero.
Tu armonía es lealtad y concordancia.
No rompas el anillo cósmico que ciñe tu vida individual.
Dios no gravitará sobre tus espaldas si gravita la mentua. Has que tu responsabilidad gravite sobre la fluencia de tri sér.
En un ARTE VITAL nunca se puede decir la ultima estancia porque ésta sólo se dice en la hora de la muerte.
ANTENOR ORREGO.