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26 AMAUTA 1o. E A O fecha que amaneció vestida con overol fecha que ya no cabe en los calendarios fecha que es como una válvula del maximalismo fecha que paraliza los relojes de la burguesía fecha que hace gárgaras con los gritos de las muchedumbres fecha que se levantó en chicago una mañana en fantásticas espirales de sangre fecha que camina sóla y que es en la vida como un andarivel donde se exhiben todas las voces proletarias del mundo fecha que ya no es posible retenerla por más tiempo en los bolsillos del olvido.
ASI LA ENCONTRE YO, CLAVADA EN EL CO(RAZON DEL UNIVERSO casi automática, estando la inteligencia, a lo más, llamada a proteger las adquisiciones del pasado burgués contra las ilusiones de revolucionarios ingénuos. Para dar al socialismo ruso una base que un marxista (tal como Lenin) pueda mirar como sólida, es necesario un prodigioso trabajo de la inteligencia: ésta debe estar en grado de demostrar a lus directores de la producción el valor de ciertas reglas que se ha inducido de la experiencia de un capitalismo bien avanzado; las deben hacer aceptar a las masas, gracias a la autoridad moral de que gozan hombres que han obtenido, gra cias a sus servicios, la confianza del pueblo; en todo instante, los hombres responsables de la revolución están obligados a defenderla contra los instintos que impulsan siem pre a la humanidad hacia la más bajas regiones de la civilización Cuando Lenin afirma que la campaña por emprender para dar un régimen socialista definitivo a Rusia es un miilar de veces más difícil que la campaña militar, no come te ninguna exageración. Tiene razón al decir que jamás los revolucionarios se han encontrado en presencia de una tarea parecida a la suya. Antes, los novadores tenían solamente que destruir ciertas instituciones reputadas malas, en tanto que la reconstrucción era abandonada a las iniciativas de maestros a quienes la busca de provechos excepcionales conducía a lanzarse en tales empresas; mas los bolcheviques estan obligados a destruir y reconstruir en forma que los capitalistas no vuelvan a interponerse entre la sociedad y los trabajadores. Ningún gran progreso se obtiene en la industria sin que se pase por muchas escuelas: los directores de la producción tienen que detenerse a tiempo cuando siguen una mala vía y averiguar si no habría mayor posibilidad de éxito con otro método; es lo que se llama adquirir experiencia. Lenin no es de esos ideólogos que creen que su genio los pone por encima de las indicaciones de la realidad y se muestra muy atento en notar las enseñanzas que le proporciona la práctica desde la revolución.
Para que el socialismo ruso llegue a convertirse en una economía estable, hace falta pues que la inteligencia de los revolucionarios sea muy activa, muy bien informada, muy libre de prejuicios. Aún si Lenin no pudiera ejecutar todo su programa, dejaría al mundo muy serias enseñanzas de las cuales la sociedad europea sacaría partido. Lenin puede, con buen derecho, estar orgulloso de lo que hacen sus camaradas; los trabajadores rusos adquieren una gloria inmortal con la aplicación de lo que no habría sido hasta aquí sino una idea abstraeta.
enciende fogatas de protesta y sitia todas las latitudes de la palabra.
una vez vibraron las turbinas los cilindros giraron y a todo vapor con alaridos de tragedia hicieron trizas el infinito. LOS OBREROS MUERTOS SE LES CUBRIO CON (ESTA FECHA asi vive y cada año se pone en pie apedreando ecos en las plazas y patios del capitalismo ES UNA POLEA QUE EN VOMITOS DE VELOCIDAD ENTONA LA INTERNACIONAL ahora con sus reflectores ilumina los nombres DE LAS VICTIMAS DEL 23 DE MAYO EN VITARTE SE PONDRAN CARTELES ALUSIVOS (AL ACTO.
nicanor a. de la fuente.
chiclayo 1927. despecho de las predicc! ones de los grandes hombres de la Entente, el bolchevismo no parece fácil de suprimir; los gobiernos inglés y francés deben comenzar apercibirse de que han errado al prestar oído demasiado complaciente a los ricos rusos que viven en las metrópolis de occidente: todo el mundo es completamente extraño a las ideas que dominan a los obreros y campesinos de su país. Aunque viviera largo tiempo fuera de Rusia, Lenin ha continuado siendo un verdadero moscovita. Cuando la hora de juzgar los acontecimientos actuales con imparcialidad histórica haya llegado, se notará que el bolchevismo ha debido una parte de su fuerza al hecho de que las masas lo miran como una protesta contra la oligarquía cuyo mayor cuidado había sido no parecer rusa; al fin del año 1917, el antiguo órgano de los Cien negros decía que los bocheviques habían probado que eran más rusos que los rebeldes Kaledine, Russky. 7) etc. que han traiciouado al zar y la patria (Journal de Genéve, 20 de diciembre de 1917. la Rusia soporta pacientemente muchos sufrimientos por que se siente al fin gobernada por un verdadero mescovita.
Después de dos siglos, solo un zar había querido ser ruso: fué Nicolás Amo mi país, decía en 1839 a Justine y creo haberlo comprendido, os aseguro que cuando estoy cansado de todas las miserias del tiempo trato de olvidar el resto de Europa retirándome al interior de Rusia. Nadie es más ruso que yo. 8) Justine estimaba que Nicolás quería conducir de nuevo a su naturaleza, a una nación desviada durante más de un siglo por el camino de la imitación servil. El Emperador exigía que se hablase ruso en la Corte, aunque la mayor parte de las damas no conociesen la lengua nacional. Lamentaba que Nicolás, apesar de su gran sentido práctico y de su profunda sagacidad. no hubiera tenido el coraje de abandonar San Petersburgo por Moscú: Con este retorno, habría reparado la falta del zar Pedro que, en lugar de arrastrar a sus vasallos a la sala de espectáculos que les construyó sobre el Baltico, hubiera podido y debido civilizarlos en su país, aprovechando los admirables elementos que la naturaleza había puesto a su disposición, elementos que él ha desconocido con un desdén, con una ligereza de espíritu indignas de un hombre superior, como él era bajo ciertos aspectos. la Rusia no cumplirá lo qne nos parece su destino o Moscú volverá a ser algun día la capital del Imperio. Si yo viera algún día el trono de Rusia restituído majestuosamente sobre su verdadera base, yo diría: la nación eslava, triunfante, por un justo orgullo, de la vanidad de sus guías, vive en fin su propia vida.
Los accidentes de la guerra han conducido a los bolcheviques a efectuar este cambio; si ocurriera que sucumbiesen bajo los golpes de sus enemigos, no es probable que un gobierno de reaeción osase quitar a la antigua Moscú su