BourgeoisieSocialism

16 AMAUTA POLITICA ECONOMIA BOLIVIANAS POR TRISTAN MAROFF Exordio de una conferencia dictadaen la Universidad de La Paz Por segunda vez estoy entre vosotros después de una peregrinación episódica por el interior de esta república democrática, que es de extructura tan democrática que, dos millones y medio de bolivianos, viven en la esclavitud y tan republicana, que sobreviven aun castas escogidas, y se habla de jaristocracia! Existen en el país, principes alados y doncellas de jocoso donaire; pero lo que más abunda en esta república a lo que parece, son los cortesanos.
El país es pobre señores; nadie tiene independencia económica ni trabajo económico independiente. Añadamos a esto, que, el valor civil, el heroísmo, el desprendimiento, están en relación directa con el grado de cultura, y nuestro país deletrea. Los que saben leer de corrido son doctores y gobiernan la nación, a pesar de que las leyes económicas no les sean muy familiares, a excepción de la multiplicación. La división jamás entra en sus cálculos y no la practican por egoístas y porque esta operación socialista está descentrada.
Si no conservara mi excelente buen humor tendría que estar indignado y salir a la calle dando gritos. no sacaría nada. La gente está acostumbrada desgraciadamente al escándalo centenario y las malas prácticas son las únicas que se veneran en el país. El heroísmo recula vencido por el cinismo, la independencia cede paso a las entrañas. Para vivir y triunfar en este país, es preciso compañeros el buen humor. Yo os recomiendo el buen humor. Reir de la inEl Perú será quizá el último país de Sud América que reconozca lo que hay detrás de la sonriente careta de la diplomacia de Wall Street y la Unión Pan Americana. El Perú es muy poco celoso todavía de su prestigio, muy inadvertido de los embates contra su dignidad y soberanía.
Cuando hace algunos años la escuadra yanqui hizo una de sus pomposas visitas al Callao, desembarcó una cuadrilla de marineros con escobas y barrió la escala del Muelle de Guerra que se hallaba, según el mal hábito de latinos y naturales, descuidada. Ese acto lo considero yo como una manifestación de lesa soberanía al Perú: En casa que se visita no se barre. Ese acto significa una crítica socarrona de parte de una raza cuya mayor virtud es la higiene, contra otra, que tiene sus virtudes en otra esfera.
También los japoneses son aseados, pero tengo la seguridad de que guidos de la costumbre de cortesía respeto que tanto se fomenta en el Asia, no habrían barrido en casa ajena, sino que habrían hecho una insinuación a la autoridad del puerto, que habría sido solícitamente atendida. Una escuadrilla japonesa también nos visitó en el puerto del Callao y notablemente contrasto la compostura de su oficialidad y marinería con la de los buques yanquis, cuya mala crianza se celebró como un rasgo de infantilidad simpática, sin fijarse en el insultante desprecio de la sociedad local que en el fondo encerraba.
En lo pequeño se revela lo grande. Lo que menos se encuentra en la época presente son los sentimientos de altivez en los menos poderosos y los de respeto en los poderosos. Fácil es imaginarse adonde se precipitará el mundo si el fuerte sin respeto a nada se lanza sobre el dé.
bil desprovisto de las vallas de resistencia que el sentido de la dignidad edifica. Hasta el inclinarse humilde ante una acertada reprimenda internacional es abyecto; los pueblos ellos mismos deben ver el bien y corregirse. La frase desdeñosa de Clemenceau, la firme política de Obregón alumbran.
Que ningún pan americano especulador nos prive de la hermosa idea de nuestros adalides andinos: América para la humanidad.
justicia y considerarla natural, un legado glorioso de nuestros antepasados, Oblitas y Olaneta. Reir de la persecución y someterse al esbirro, entregando las manos para que las enargollen, y despues del acto, agradecer amablemente. Lo injusto, lo irracional en un país corroinpido es ser libre y pretender mirar al sol como un amigo. Los, que nos han precedido en cien años de república, no nos dejaron libros de rebeldía, de estudio, de reflexión; solamente la tradición nos relata que andaron de rodillas y obraron de rodillas. En el siglo que acabamos de coronar con banquetes y brindis, nerviosos de champaña, era frecuente la delación y la tradición al amigo más querido; era frecuente la revuelta caudillesca e imbécil y el saqueo gubernamental Nadie habló en ese tiempo de economía. Nadie habla tampoco ahora. Porqué? Porque los bolivianos no tenemos confianza en nosotros mismos; porque hasta hoy no sabemos cuanta riqueza poseemos, ni nos interesa. Tienen que ser pues extranjeros quienes la descubran y como es natural, quienes la exploten en su beneficio.
De ahí vemos que todo está en poder de extranjeros; las minas, el petróleo, el comercio; en resumen la vida y la economía de todos los habitantes. El boliviano es un esclavo de su propio suelo, por que no tiene Cónsul quien le proteja, y tiene en cambio la policía que eternamente le persigue.
Luego todas las leyes bolivianas son rutinarias, coloniales, formidablemente intrincadas, que, ya es sabido, que lo justo en el palacio de justicia se vuelve injusto; que el deudor mete a la cárcel a su acreedor, que todo obedece a la influencia y no a la moralidad.
Todos nuestros sistemas son arcaicos; nuestra mentalidad colonial. sin embargo nos sentimos plácidos y felices. La única preocupación vejetal que tenemos los bolivianos es saber quien nos gobierna y cuantos cargos vacantes existen.
El amigo que encuentra a otro en la calle tiene que hablarle de politica, el peluquero está documentado sobre politica, la cocinera igualınente. la política consiste en lo mas simple: en conquistar o asaltar el poder y conservarse el más largo tiempo posible. Por eso notarán los bolivianos que todos los partidos en el poder se tornan conservadores aunque en la oposición hayan sido liberales o republicanos. Pero los que hacen política no son los indios ni los obreros. Cuando más secundan o apoyan incondicionalmente a los caudillos.
El mal político contodos sus caciquismos y compromisos, sale de la clase burguesa, es decir, que una burguesía mínima, ignorante e incapaz domina el país e impone sus amos al pueblo.
Como el trabajo ciudadano no existe, como las minas están en poder de extranjeros o de Patiño o Aramayo, como todo en la ciudad no rinde trabajo productivo, como la organización económica que facilite la vida a los bolivianos no se conoce, no es raro pues, que todo el mundo sea polltico, porque sabe que, por lo menos, dando vivas a los caudillos puede hincar sus dientes en el presupuesto nacional que el año más feliz no alcanza a 45 millones de pesos. siendo el presupuesto exiguo, miserable, el más pobre de la América del Sur, no es extraño que las batallas presupuestíboras sean canibalescas, que los bolivianos se combatan y se destruyan entre sí. Mientras pasa esto, mientras se dan vivas aguardentosas en la calle y los ciudadanos por conservar el puesto cometen los actos más inícuos, Patiño explota solupadamente la riqueza del país, arranca de las entrañas de la tierra boliviana más de 70 millones anuales, Aramayo, Gugeheim, la Standard Oil, Sux, hacen otro tanto. nuestra riqueza, el patrimonio de los bolivianos, el esfuerzo de los trabajadores vuela al extranjero.
Cada que pasa un carro cargado de minerales, rumbo al extranjero, es un nuevo robo que cometen los capitalistas (Pasa a la página 29)