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13 AMAUTA De La Epopeya de la Ciudad El canto de la multitud La ciudad es como el río que permanece y anda.
Quieta en la geometría múltiple de sus cosas; Trashumante en la fluída circulación de sus gentes.
Con los ojos de sus ventanas Se ve transitar a si misma por las calles.
Allá viene! Alla viene!
Hacia mi encuentro se adelanta por la calle tendida entre dos horizontes. aquí está; y ya pasó; y siempre pasa.
Soy de los que creen que no es posible ir hacia la extirpación del capital privado en el Perú; aún más, soy de los que creen que el capital privado es benéfico para nuestras riquezas latentes. Por mucho tiempo será una quimera arrojar a los capitalistas extranjeros. Ello necesitaría la revolución en Estados Unidos, donde el socialismo inclusive pierde terreno, al menos por ahora. De otro modo, el bloqueo económico, la intervención armada serían fáciles dada nuestra posición geográfica.
Pero todo ello no excluye la necesidad de impedir el enfeudamiento, de vigilar rígidamente nuestro futuro económico.
No es inexacto que a cambio del enfeudamiento puedese extinguir la posibilidad de la anarquía, pueden elevarse rascacielos en nuestras ciudades de tristeza castellana, puede mejorar el agua potable, la vida galante, etc. También trae ganancias la prostitución.
Hay que rechazar al enfeudamiento, primeramente porque es condenable en nombre de la humanidad. Todo el progreso que aporte no será nás que algo secundario y subordinado a los fines de explotación de nuestro capital territorial, de nuestro capital humano en beneficio de un número ínfimo de hombres, de un número ínfimo de intereses, detentadores de privilegios antisociales. Nunca compensará este progreso las ganancias que tales explotadores recojan para distribuirlas a su capricho. hay que rechazar al enfeudamiento, también, porque es lesiva a nuestra dignidad colectiva, a nuestra misión como pueblo. Allí es donde debe basarse la ciudadanía tanto más que el odio retrospectivo al vecino y vibrar magnífica y expontánea la conciencia de nuestra individualidad histórica. Hay evidentemente, un sentimiento más o menos intenso que se opone a la venta, a la entrega de territorios que forman parte tradicional de la patria y que no sancionaría con su aplauso esa venta, esa cesión. De análoga manera, precisa formar un sentimiento público celoso de la soberanía nacional ante el peligro yankee. Bendito lugar común éste del peligro yankee y lástima que no sea más común aún! ante los que vengan a ponderarnos las excelencias del progreso material, recordemos la escena del Brand ibseniano cuando el baile o juez dice: Triunfando de la naturaleza, nos lanzamos al vapor por la senda del progreso.
Por todas partes se han abierto carreteras y construído puentes. Brand responde: Excepto entre la vida y la fe. Se han unido los fiords a los ventisqueros. agrega el baile. Brand: Pero no la idea a la acción.
JORGE BASADRE.
La multitud es una gran culebra que por las avenidas se arrastra sacudiendo su ancho collar de voces me envuelve, se enrosca a mis miembros, me enlaza me lleva consigo a través de las calles, abandonándome en el tibio hueco de una plaza.
El canto de los rascacielos La ciudad crece hacia arriba y hacia abajo y hacia los cuatro puntos cardinales.
Sólo el mar la detiene con sus brazos nerviosos que la ciñen por el sur y el oeste con el abrazo de un amante que besa el vientre de la amada La fuerza del hombre la impulsa y sobre si misma la levanta.
Hércules quiso cazar las estrellas y lanzó redes de hierro, de barro y granito hacia el espacio formidables trampas donde aletean astros en la noche asomándose a las ventanas. 1) Además de la monografía del señor Dunn que es la más valiosa que existe sobre el Perú actual en su aspecto comercial e industrial, a fines de 1925 el Departamento de Comercio de Estados Unidos publicó el folleto de Mr. Mc. Queen, agente especial del Gobierno Americano, sobre finanzas peruanas. Peruvian Public Finance. donde se estudia del modo más sintètico y completo la historia y la actualidad financieras del Perú. Extracto Estadístico del Perú 1925 Pág. 65. 3) Diario de los Debates, Cámara de Diputados Pág. 552, 54a.
sesión de la legislatura ordinaria de 1926.
La multitud es el campo y el arado; la piedra y el artifice que la talla.
Es el mar y es el barco.
Se queda y viaja.
Construye sobre sí misma.
Es la vela y el viento que la arrebata.
En las calles se esparce y se concentra y es un monstruo ruidoso que distiende sus miembros en las avenidas y las plazas.
Se desarticula dentro de las casas LIDT Gotas somos de esa ola de mar que pasa.
Una gota refleja el cielo cuando está aislado.
Por eso nos creemos, solos, algo distinto de todas esas gotas que hacen la marejada para que esta recoja en su seno las nubes.
Somos nosotros mismos y no somos nosotros.
Vamos en ella mientras nos quedamos mirándola.
EMILIO FRUGONI.