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8 AMAUTA LAS EXPOSICIONES La Exposición Pantigoso No conocíamos la pintura de Pantigoso sino por ilustraciones que seguramente están mal reproducidas.
Ahora, al conocerlo directamente, nos ha impresionado sobre todo su abundancia de color y su fuerza expresiva que manifiestan un espíritu vigoroso y nuevo. Inclinado con todo amor a los motivos indígenas, nos transmite en su interpretación, tonalidades de lo pintoresco serrano; mensajes claros del alma india que llegan a nosotros en una fiesta de alegría. nosotros que amamos la expresión artística sencilla y pura; la que cae del espíritu con los atributos vitales de la semilla o del fruto, nó con la impotencia mortal de la hoja derribada.
Para nosotros, estos artistas que emplean su inquietui en el sondaje de ese mar inmenso que es la raza indigena, tienen inmensamente mayor valor revolucionario, es decir humano, que toda la vocinglería sofocadora de innumerables seudo poetas, seudo pintores, seudo críticos, seudo panfletarios.
Por eso sentimos y admiramos en toda su grandiosa amplitud la obra de José Sabogal, por ejemplo: silenciosa, creadora y constructiva. En estos casos, el arte viene a ser el ritmo en que se expresa un nuevo movimiento y el artista, el instrumento que sin saber todo lo expresa.
Pantigoso que por su juventud, es todavía un artista en formación pertenece indudablemente también a los que ponen en sus obras, un efectivo amor y una clara honradez.
lice el movimiento político de los últimos años. Solo entonces convendrá conmigo que los países coloniales necesitan el sarcótico del nacionalismo revolucionario. Si apreciamos el espíritu y no la letra de lo consignado en la literatura social y económica de la vida contemporánea. literatura desconocida para nosotros, según Ulloa. llegaré mos fatalmente a la conclusión de que la época actual se caracteriza por el avance del socialismo. Más si mi contradictor ha interpretado la doctrina marxista, socialismo científico, se convencerá de que siendo en último análisis una idea dialèctica, no es incompatible con el nacionalismo revolucionario.
Insisto, empero, en afirmar que de simple nacionalismo al nacionalismo revolucionario hay enorme diferencia. Son concepciones de generaciones históricas disímiles. Involucramos en nuestro nacionalismo aspectos y motivos que los otros no han considerado jamás. Critico corrientes, clases, movimientos del Perú; nunca sus hombres, personajes, individualidades. Confirmaré esto con una sola aserción. Mientras el nacionalismo de los burgeses, de los pseudo gobernantes, de los capitalistas, reafirma la primacía del problema patriótico (afición que revela toda su mentalidad y concepción de la historia y de la vida. los nacionalistas revolucionarios sostenemos como parte relievante de nuestro programa de acción, la ineluctable necesidad de resolver en primer término el problema indígena, conectado visiblemente con el agrario. es que nuestro ideario marxista nos concita, en virtud de su fondo dialéctico, a resolver cuestiones que interesan a los que realmente constituyen la peruanidad. En oposición al Perú reaccionario, retrasado, decadente de los otros. los nacionalistas revolucionarios luchamos por el pronto advenimiento del Perú Socialista, Revolucionario.
Esa concepción del Perú nuevo nace fatalmente del estudio de la realidad mundial. Todas las revoluciones de los últimos años. repare Alberto Ulloa en la influencia decisiva del partido nacionalista, del Kuo Ming Tang, ayudado por la fuerza socialista, en la revolución china. explican el espíritu de la época contemporánea. Surge un nuevo nacionalismo en los países coloniales. Pero no es el nacionalismo de los imperios, decadente, conservantista, monárquico. Es el nacionalismo de los que sufren. de los desheredados, de los explotados, de los dependientes. Este es el hondo sentimiento histórico del movimiento de vanguardia. Nuestro nacionalismo revolucionario grávido de estas nuevas. sugerencias espirituales, tiene su fondo y posee su espíritu. Fiel al pensar marxista, toma en consideraciones el momento histórico y la realidad sociológica.
Pero el espíritu es el mismo. No hay secesión en el fin.
Me tacha mi amigo Alberto Ulloa el considerar, con notoria exageración, desdeñados en el día los estudios nacionales. En el tantas veces citado mensaje de junio de 1926. que debe servir de base para la discusión. explico la conveniencia de organizar una poderosa corriente nacionalista con programa de acción definido. El mismo doctor Ulloa debe convenir conmigo en que esa corriente aún no se ha instalado. Puede percibirse voces aisladas. El Grupo Resurgimiento. creado ultimamente, no presenta un estudio definido del indio. Sus Estatutos implican un boceto. Pero nada mas que un esquema. Es menester predicar. y actuar forzadamente para uniformar los puntos de de vista de los factores del movimiento vanguardista peruano. Quiero sí, dejar expresa constancia de que la anterior aserción refiérese unicamente a los estudios nacio nales que traducen el nuevo espíritu peruano. Esclarezcamos. He dicho que el nacionalismo revolucionario tiene fondo autóctono y espíritu universal. Su norma de acción está definida, la reivindicación del elemento trabajador.
El Perú, país colonial, y por ende, explotado económica y políticamente, es campo propicio para la fructificación de la simiente marxista. En consecuencia, el nacionalismo revolucionario peruano, anhela la reivindicación y salvamento del trabajador nacional. Las voces Peruanicemos al Perú. Creemos un Perú Nuevo. son repercusiones del grito de nuestra época. La nación peruana no la constituyen los explotadores, los parásitos. Forman la peruanidad el indio, el obrero, el campesino, el trabajador manual e intelectual. Una juventud que se jacta de revolucionaria no puede olvidar este imperativo de la revolución. Pues bien, no son dignos de nuestra atención, los estudios intelectuales en los que no late ese espíritu.
Para el hombre justo no pasarán desapercibidas las admoniciones de Urquieta y otros (claro ejemplo de obra nacicnal) sobre la realidad peruana. El olvido de la obra del maestro Lino Urquieta. olvido que revela la despreocupación que aùn prima en el Perú sobre lo genuinamente peruano. me concita a llamar la atención de la vanguardia sobre su actuación.
Pues bien, amigo Ulloa, nosotros los nacionalistas revolucionarios exigimos que los estudios que se titulan nacionales, traten temas y esbocen motivos entresacados de la profunda realidad nacional. Con ese concepto, por ejemplo, descartamos de plano la literatura civilista. la fraseología colonialista (con proyecciones en nuestra cultura: supervivencia de la feudalidad. Yo desearía ampliar los temas que dejo expuestos, completando la comprensión del nacionalismo revolucionario, más como en la carta del doctor Ulloa no se hace referencia sino a los puntos de vista aclarados y refutados en esta contestación, guardo la esperanza de que, en posteriores comunicaciones, definiremos nuestro credo revolucionario.
Espero también conocer las opiniones de la nueva generación americana.
Jorge NUÑEZ VALDIVIA. 1) Publicamos aquí la parte sustancial de la respuesta de Jorge Núñez, líder y animador del Centro Studium y del Seminario de Cultura Peruana de Arequipa, a la carta enviada por nuestro estimado amigo el docor Alberto Ulloa al grupo Studium. dada a luz en Mercurio Peruano y Repertorio Americano.