4 AMAUTA La indiada resurgente, informe como una nebulosa, contorneará su personalidad, bajo el cincel de verdaderos escultores de pueblos. Admiremos la genialidad del artista que llega, el nuevo Miguel Angel de este Moisés de la montaña Sólo dos alternativas tiene el advenimiento de la Ra.
za resurrecta; significará o la ciega destrucción, demoniaca lucha de razas, o la evolución creadora con término en el Pacto o Contractus, estabilizador vital de todas las variedades étnicas asentadas en el habitat peruano.
Los obreros intelectuales estamos obligados a buscar la segunda solución. Cuántos peligros trae consigo el deslumbramiento para quien emerge de la negrura mística de los estadios primitivos. en la que, por quinientos años, ha vivido la Raza de los Andes!
De quienes la guíen depende el futuro.
Esta alma grande que despierta (la terminología spengleriana es imprescindible. esta alma dotada de una demiurgica voluntad de cultura, ha menester del grupo de escogidos que vive, siente, obra y sabe morir en nombre del pueblo.
Aspiramos a constituir ese grupo.
Nuestro evangelio se sintetiza en una sola palabra: ANDINISMO Es una expresión geográfica, toda vez que la raza existe en tanto se arraiga en un trozo del planeta. Raza y paisaje van juntos, y donde se halla el solar permanece también la raza. Andinismo, expresión deportiva. Supera a alpinismo como superan al Mt. Blanc el Waskaran y el Koropuna.
Andinismo, deporte de dioses. Anhelo de infinito, de exaltación constante.
Andinismo, agua purificadora, creadora, sangre de los antepasados, aspiración vertical de la tierra. La vida y la cultura germinaron en la planicie y en el valle andinos. Ex Oriente Lux. Absurdo enuncian cuantos dogmáticamente sostienen que la cultura trepó a la meseta. Basta abrir los ojos para pensar lo contrario. Hombres y formas culturales se desparramaron copa colmada. de la hoya del Titikaka, costa y sierra abajo. La doctrina andinista pretende ser un ensayo de ideología aborigen. Se forma lentamente y a la larga indios e indiófilos nos entenderemos.
Se percibe ya la inquietud prolífica que va a crear el apostolado. La suma de inauditas iniquidades contra el indio colma toda medida. Ha llegado el turno de indignarse a los indiferentes a los timoratos, a los endurecidos.
La raza crucificada se transfigura. Cuándo la resurrección no fué precedida del martirio y la muerte? de este dolor de las lacerias, de las injusticias, brota, como flor de cactus, el anhelo primaveral, el amor de la vida nueva, del Resurgimiento, de la elevación a la luz y al goce inefable de los horizontes ignorados. El que vivió una vez vivirá siempre.
Como un vino añejo enardece esta savia y templa el alma para el sacrificio.
Por Puno y Cusco se desparraman los misioneros del andinismo, con la fe mística de los perseguidos que buscan un reino de justicia. En torno a ellos, reúnense labradores y pastores: inquieren el anuncio profético. La esperanza anida en sus corazones quebrantados por la opresión sin tregua.
Los portadores de la Buena Nueva, como los discípulos del Cristo, pasan por la prueba del dolor. Llenas están las cárceles de estos que la justicia romana ha calificado delincuentes por no conformistas con la sociedad y sus leyes. en el Valle de la Muerte, en las posesiones insalubres del Madre de Dios, blanquean los huesos de las innúmeras víctimas.
En esta situación de extrema violencia, en que el caciquismo juega su última carta, prevalido de todos los elemen.
tos necesarios para aplastar al indio y sus defensores, es que se establece en el Cusco el Grupo Resurgimiento. comunidad fraterna de trabajadores manuales e intelectuales, maestros y estudiantes, artistas y escritores, indios y mestizos, en pie de absoluta igualdad, unimismados por el ardor combativo, por el impulso mesiánico, por el valor sereno de quienes no temen las represalias sino que las esperan. Nada conturba su ánimo, porque al ingresar a esta hermandad, renunciaron a todo escrúpulo cobarde.
Voluntariamente nos hemos impuesto misión tan árdua, como para purgar la culpa de las generaciones cómplices en la extrangulación de la Raza.
La juventud y la intelectualidad del Cusco están en su puesto. La gran cruzada pan indianista deberá extenderse, con idéntico fervor, por el circuito Sud Perú Bolivia Argentina: todo lo que los Andes abarcan.
Por ineluctable destino, imposición de la tierra, voluntad de los dioses. Sudperú mira hacia el Atlántico, nuestra a.
guja de marcar señala el Plata. Del Cusco, por encima del Alto Perù, alzamos los brazos listos a estrecharse con los que se nos ofrecen cordiales desde la cosmópolis austral.
La disputa de las comunicaciones rápidas para la República del Altiplano beneficiará enormemente a Sud perú, aproximándonos a Bolivia, Brasil, Argentina, Uruguay y Chile.
Sudperú está llamado a la supremacía por múltiples causas. Tiene sobre las otras regiones la ventaja del espíritu solidario que está creando una verdadera conciencia colectiva.
El gran bloque de los pueblos meridionales del Perú, espiritualmente unificado, inclinará la balanza en un futuro que todos presentimos.
Otra vez, pasados dos mil años, el Lago de las Teogonías, el Titikaka venerable, demiurgo animador de cielos y tierra, reocupa su centricidad. Emergerán de sus orillas los fundadores, los Waris gigantescos que llevarán el gérmen de la cultura por todo el continente.
Como un imperativo recuerda el exégeta el apotegma pindárico: Llega a ser lo que eres. Spinoza, filósofo de filósofos, dicta: Persiste en ti mismo. El nuevo indio se ha descubierto a si propio. Quién si nó él resolverá su problema. Quién si nó él hallará el camino que lo conduzca al mundo tenebroso de su conciencia milenaria? El problema indígena lo solucionará el indio. El Kolla y el mujik ruso, en opuestas zonas del planeta, no sólo coinciden en su símbolo primario, la planicie.
Lugones, nó el fascista sino el poeta, escribió, no hace mucho, estas palabras que dejo a vuestra meditación: Todos los focos de la antigua iniciación han vuelto a encenderse. La Palabra, a la vez divina y fatal, ha cruzado esta vez los mares; y desde los demonios siberianos que el shaman evoca con su epiléptico tamboril, hasta la piedra misteriosamente sonreida de la Esfinge; desde la montaña hindú donde impera el Gran Asesino, hasta los señores de Pie.
dra de Tiawanaku, del Yucatán, la inquietud de los días iniciales se eriza como una crin sobre el lomo de la tierra.
Wirakocha, el dios de las cumbres y las aguas, desciende, otra vez, desde la altitud del Olimpo andino, y a su paso los Hombres de Piedra abandonan su enclavamiento milenario y caminan, como el Lázaro bíblico. Su voz resuena en las concavidades graníticas, como el trueno. la tierra tiembla.
Hombres de Piedra de este tiempo, despertemos.
No haya conciencia que no se estremezca de gozo y espanto cuando un mundo nace detrás de las montañas.
SHANGHAI HA SIDO TOMADO POR LOS CANTONESES ¡VIVA LA CHINA REVOLUCIONARIA!