Lenin

8 AMAUTA PEQUEÑA RETORICA PERSONAL POR ALBERTO HIDALGO Sombra en el corredor y el campo ardiendo.
La huerta con rosales y repollos.
Una gallina pasa, precediendo los puntos suspensivos de sus pollos.
Son varias las personas que me han preguntado qué es un poema de varios lados. Llamo yo lado del poema a cada uno de los versos que lo forman y alguna vez a los distintos asuntos que contribuyen a darle unidad. En una figura geométrica cualquiera, un lado es una parte del todo, pero un lado es un lado en sí, es decir, es una figura él también, tiene una personalidad, una individualidad exclusiva y aislada. es justamente eso lo que afirma, lo que sostiene la figura. Así por ejemplo uil cuadrado, se le mire del lado que se le mire, es siempre un cuadrado. Cuando un hombre está de pié, es un hombre que está de pié; cuando está tendido, es un hombre que está tendido; cuando está sentado, es un hombre que está sentado. Nunca pues deja de ser un hombre. Son distintas sus posicicnes, pero su carácter es el mismo. Es por que el hombre está hecho de partes totales, inconfundibles entre sí, partes empeñadas en recordarnos a cada instante lo que ellas son, independientemente de lo que juntas llegan a ser Pregunté.
mosle al cerebro si se quiere cambiar por rodilla, y nos responderá rotundamente que nó. De no ser así, veríamos que algunos escritores, Leopoldo Lugones uno de ellos, pondrían avisos en los diarios diciendo más o menos: Cambio nis cuatro manos por un cerebro.
El poema, por lo que toca a su exterior, está formado de versos. Un verso en sí es una obra de arte. es obra de arte tanto más valiosa cuanto menos deja de serlo al hallarsę solo en el desierto de una página. Hay multitud de versos que no lo son sino por la vida que les prestan sus compañeros. Vo pregunto si todo renglón de once silabas es un verso, por el simple suceso de estar provisto de los acentos tónicos de que habla la retórica antigua.
Se me dirá seguramente que nó. Veámoslo: La huerta con rosales. y repollos.
No parece. verdad? que eso sea un verso. Sin embargo lo es, cuando recibe la ayuda de otros: Esto es un poema. Inmediatamente decimos que es un poema de cuatro versos. sea que le damos calidad de tal al segundo renglón de once sílabas.
He ahí una demostración de que el verso habitual no tiene personalidad propia. El verso es el vehículo de la expresión poética, y no obstante los poetas le conceden en su obra un lugar secundario, y, lo que es peor, contingente.
Para subsanar eso, es que yo he inventado el poema de varios lados, poema que puede leerse de arriba a abajo y viceversa, o comenzando del centro, o de donde uno se antoje; poema en el que cada uno de sus versos constituye un ser libre, a pesar de hallarse al servicio de una idea o una emoción centrales.
Al poema corriente y moliente se le llama con bastante acierto una composición. del poema de varios lados se podrá decir que es una construcción. Hago un poema del mismo modo que edificaría una casa; pongo ladrillo por ladrillo, y si bien es lo más seguro entrar en ella por la puerta del frente, también se puede hacerlo por la del fondo y aún por las ventanas. Un verso puede aparecer solo en una página o en todo un libro. Siempre dirá al lector que sepa entender, lo que yo quise decir, lo que seguramente dije.
Mi poema ubicación de lenin es otro tipo de poema de varios lados. De él hablaremos otro día.
ALBERTO HIDALGO.
Buenos Aires, 1926.
Además, la investigación científica requiere una elevada cultura moral, por que simboliza el altruísino llevado a su grado máximo. Al investigador no le aniina, ni le deben mover más propósitos que el de sentar verdades, rectificar o corroborar las existentes, en forma anónima, sin prejuicios ni anticipos intelectuales, yendo como con los ojos vendados por un camino desconocido para él, hasta llegar al final, sin más ideal que el llegar. Este propósito lieno de amor universal y humano, es el que preside a las universidades extranjeras, principalmente a las norteamericanas y sajonas, cuya suma ideológica se resume en: Hacer del extraño un amigo, de la Naturaleza una maestra, del arte una fuente de inspiración; dotar al hombre de un criterio sano para el juicio de su propia obra y de la agena; hacer de cada hombre el poseedor de los recursos del mundo y darle como cooperadores, todos los de su tiempo y de los pasados; estimular el altruismo a fin de que cada cual olvide su propio sér en la cooperación con los demás; aprender a usar de su propio juicio, de la propia voluntad y saber dar aplicación a los impulsos del sentimiento para mejorar la condición del prójimo y con el deseo ardiente de hacer un mañana mejor que el presente.
Toda esta dirección es posible infiltrar en la conciencia de nuestros estudiantes mediante una adecuada labor docente. Por que la enseñanza, eś ante todo, como quería Pestalozzi, amor; es la labor de solidaridad entre dos seres, conducción afectuosa y mutua para el bien y para el trabajo en beneficio de la humanidad desconocida e ignorada.
Nuestra universidad no ha hecho hasta hoy, o ha hecho muy poco, comɔ contingente científico. Es preciso intensificar esta misión primordial y matriz. Porque, sino fuera en la Universidad. dónde podrían formarse estos tipos de estudiantes. En las agrupaciones post escolares o postuniversitarias? Adolecerían, en este caso, del defecto de la ausencia de un guía, de un auxilio y de un consejo oportuno y salvador, del maestro.
Sentimos como admirablemente bosquejara Alfredo Palacios, la inaplazable necesidad de reformas. Hay que transformar el alma de las universidades. Conseguir que en vez de máquinas de doctorar se conviertan en crisol de hombres.
Deben ser laboratorios de humanidad. Focos de pensamiento renovador y de fuerzas espirituales. Corazón y cerebro de los pueblos y guía de las futuras generaciones. Es preciso que dejen de ser exactas para ellas estas palabras que en Érewhon atribuye Samuel Builer a un profesor influyente de la Universidad de Sinrazón: Nuestra misión no consiste en ayudar a los estudiantes a pensar por sí mismos.
Nuestro deber es hacer de modo que piensen como nosotros, o a lo menos como nosotros creemos util decir que pensamos La renovación de la enseñanza universitaria implica la incorporación a sus estudios de las modernas ideologías y los problemas sociales. Debe salir de las universidades una nueva concepción social y un espíritu nuevoLos universitarios deben solidarizarse con el alma del pue.
blo y proponerse la elevación y la redención de la masa humana. Deben reintegrarse al pueblo para que surja de todos la ciencia social. Hacer ciencia nacional para injertarse en la ciencia universal. he ahí el programa universitario que nosotros invocamos, pero ciencia de verdad, ciencia de práctica y, de acción, ciencia de trabajo desinteresad) y puro. GALVAN.
Lima, 1927.