Democracy

6 Las Universidades en Estados Unidos procuran pues dotar a los individuos de la maxima capacidad posible para la lucha por la vida, haciendo al universitario el hombre técnico por excelencia, poseedor de la mejor competencia y el dominio pleno de cualquier ocupación superior a la que se pueda adquirir en las escuelas vocacionales y en los High Schools. Por eso con el espíritu pragmático que caracteriza a esta raza adr irable, junio a las profesiones liberales se tienen las especialidades universitarias en Letras, Artes y Ciencias. se otorgan títulos universitarios, en trabajos manuales, ocupaciones artísticas, y aptitudes industriales. etc. Por esto el alumno inglés recibe una disciplina adecuada para forrar su concepto de la personalidad y de la responsabilidad, desde las aulas.
En resumen, como una fuerza ancestral, expuesta en la teoría spengleriana, parece que los principios de órden, de subordinación, de ergotismo, con su raigambre romana y, alejandrina, y de libertad, de pragmatismo, de vtilitarismo con su raigambre germana, imprimieron las orientaciones fundamentales a la cultura universitaria.
dras y la división de sus facultades, ya tomaron impulso definitivo, en 1576. Las Universidades creadas bajo el molde atino tuvieron como orientación la búsqueda de problemas teológicos, morales o metafísicos, en un plano extrictamente especulativo y apriorístico. junto a ésta función sus cátedras y facultades se encaminaban a la elevada de preparar a los individuos para las profesiones liberales. Todas las direcciones humanas, entonces llamadas nobles. con una faceta derivada del trivium y del quadrivium. abogados, Sacerdotes, teologistas, cosmógrafos, matemáticos, etc. con un espíritu teológico y escolástico profundo, tuvieron cabida mediante el método ergotista y memorístico de estudio.
Así la Universidad cumplía también un fin social con la elaboración de profesionales y la formación selectiva de los intelectuales. Frente a ellas, las Universidades sajonas de cuyo tipo básico son las alemanas, se orientan hacia una finalidad científica en su riguroso sentido, y son los grandes laboratorios, los grandes organismos agrupados para la investigación, para la tarea de mejorar y ensanchar los conocimientos humanos y de perfeccionarlos incesantemente. Los universitarios se hallan contagiados de curiosidad inquisitiva, voraz y tempestuosa, bajo un régimen de absoluta libertad.
Los métodos de investigación científica, los de observación, los del cultivo experimental, ocupan y absorven, en primera línea, las preocupaciones docentes. Los Seminarios son creaciones fructíferas de ellas.
Hasta hoy, las Universidades alemanas se fundan sobre el principio absoluto de la libertad de enseñanza y estudio.
En instituciones análogas de otros países se prescribe al alumno las materias que ha de estudiar en el curso del año, y se le obliga a rendir exámen final, En Alemania se consideran los estudios universitarios como un conjunto dentro del cual el alumno tiene plena libertad para elegir las materias que prefiere y el orden en que debe asistir a las conferencias. Este sistema tan liberal no tiene otra finalidad que la de educar intelectuales acostumbrados al propio raciocinio.
Estados Unidos de América, importa de Alemania este tipo universitario que simboliza al soldado blasonado para la campaña infinita por el progreso de las ciencias.
Por otro lado, Universidades tradicionales de Inglaterra, como las de Oxford y Cambridge, tienden a crear el tipo del gentleman, al hombre caballero, culto y moral, ciudadano respetuoso y recto de sus deberes y conocedor de sus derechos. Algunos centros de cultura superior de Norte América, llevan también estos moldes, modificándolos naturalmente. CUÁL ES LA TENDENCIA REPRESENTADA POR NUESTRA UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS. Dos cátedras de Gramática, una de lengua general de indios, tres de Filosofía, igual número de Teología (Prima Vísperas y Escritura. otras tantas de Leyes (Prima, Vísperas Instituta. dos de Cánones (Prima y Vísperas) las mismas de Medicina, aunque solo se ponía un ejercicio una de ellas. Comprendían todas estas cátedras las facultades de Artes, Teo.
logía y Leyes, la primera de las cuales era preparatoria para las otras dos. Veáse sobre la fundación de Universidades europeas, el estudio del doctor Giner de los Ríos La Educación. El voluminoso tratado de Elisée Reclus titulado El Hombre y la Tierra, tomo IV. en la parte referente a nuestra Universidad de San Marcos, el Mercurio Peruano tomo 111, publicado por Manuel Atanasio Fuentes, el año de 1860. El universitario inglés: ha de ser un cristiano y un caballero, laborioso y puntual en sus trabajos. Entendemos por cristiano, que prac tique en sus pensamientos, en palabras y obras, todo lo que puede realizar la gran moral enseñada por Jesucristo y por los grandes pensadores de la humanidad. Por caballero entendemos, según la frase de Tackeray, que se proponga algún fin elevado en la vida, que sepa portarse digna.
mente, que mantenga su honor sin excusa alguna, que se haga acreedor a la situación de los demás y al cariño de los que le tratan que, sea modesto en la fortuna, que sepa soportar adversidad con valor y que no se separe nunca de la verdad. Si le place estudiar a Homero tumbado en la yerba, o la geometría encaramado en un árbol, nadie se lo impide, porque dispone de su tiempo como de su dinero, administrándolo a su gusto, siendo el único responsable de este capital, para ser juzgado tan sólo por los resultados que se obtiene. Semejante procedimiento de trabajo y de educación, se refleja después perfectaniente durante todos los actos de la vida del hombre, acostumbrado como está desde los años de colegio a cumplir activamente con sus deberes, a no quedar nunca retrasado, a no dejar nunca para mañana a resolver todos los tsuntos con rapidez y maduro juicio.
La tendencia representada por nuestra Universidad, a través de su vida histórica, es la tradicional latina moldeada en París Pavía y Salamanca. Como es lógico, no podía contradecir a su abolengo rancio. La organización de sus facultades y cátedras son un hecho fehaciente de ello.
En línea matriz y generica, es otorgadora de títulos profesionales para las carreras liberales, y secundariamente, solicita la discusión de algún tópico especulativo. La demanda enciclopedista del siglo pasado, atiborró su régimen, sin modificar el escolaticismo teológico de sus primeros años.
Tres períodos históricos encuentra el catedrático Dr. Belaunde en la vida universitaria de San Marcos: en el primero colonial, el pensamiento es medioevalista; en el segundo no hay orientación, pués practicamente la Universidad deja de ser institución docente, por el predominio de los colegios religiosos, no obstante lo cual, se hace enciclopédica primero y doctrinaria después; en el (6) los americanos del Norte dice el notable pedagogo argentino Ernesto Nelson en educación, les ha preocupado más el agente que la recibe y no el conjunto de ideas y doctrinas que van a constituir el programa de las escuelas. Para ellos el problema educacional nunca podrá ser un problema de programas, sino un problema de almas.
Educar es, para nosotros, una obra social que atañe a la difusión de ese conjunto de cosas intangibles que se llaman ciencia, arte etc. mientras que para el norteamericano educar es formar una personalidad en un ambiente de arte y de ciencia.
Nosotros solemos llarrar a la escuela el templo de la ciencia; el norteamericano la llama casa del niño; para nosotros la Universidad es el agente de una enseñanza informativa o el lugar de organización de conocimiento mediante la investigación; para el norteamericano la Universidad es el teatro de la vida.
Aún desde otro punto de vista agrega el citado profesor argentinoLa Universidad tradicional reclama urgentemente una reforma fundamental: extender su dominio en el espíritu de la juventud, acrecentar sus responsabilidades en la obra educadora del país. Como está constituida representa la expresión más fiel de nuestra superstición por la cultura, esa cultura de la retórica y del logaritmo, que solo afecta la capa superficial de la personalidad humana.
Educar para el foro, para la práctica médica e para la profesión de ingeniero, son tareas meritorias; pero ¿quien educa para la vida, para el hogar, para la política misma? La misión educadora de la sociedad no consiste tanto en hacer buenos litigantes y buenos médicos, como en dotarse a sí misma de tuenos ciudadanos.
Sin las Universidades, tal como están organizadas en los Estados Unidos, ese país no habría alcanzado su presente cohesión social. Sería un agregado de elementos diversos, antagónicos, talvez un mosaico de las civilizaciones que han venido contribuyendo a la suya. Sus hijos no revelarían ese sano optimismo, esa tolerancia y magnanimidad de criterio que no se sabe si procede de la fé en las cosas, o de la simpatía por los hombres; no existiría ese fondo común de experiencia que los hace aptos para el ejercicio de la libertad, en el hogar de la escuela, en el lugar público, en la asamblea política, aptitud para la democracia que provoca la sorpresa del extranjero que los visita. Ernesto Nelson. La Universidad futura