Bourgeoisie

AMAUTA a quien ha tomado ya sus posiciones en este instante formidable del mundo, franca, valiente y definitivamente, como un combatiente de vanguardia. como un soldado de lastropas de choque del ejército proletario.
Especialmente el obrero que escruta la sociedad futura desde las elevadas atalayas porveniristas, el que lucha en las avanzadas revolucionarias y que es a la vez capaz de producir belleza, imprégnese de ellos hasta lo hondo. Que su obra no se pierda al utilizar fórmulas de una cultura y un arte provenientes de condiciones económicas en vías de desaparecer catastróficamente y a las cuales odia y desprecia sino que más bien sea un contenido fecundo de elementos posibles de proyectarse hacia el arte humano, el arte futuro, que ha de florecer en la sociedad sin clases. Es posible el desarrollo franco de un arte nuevo dentro de la sociedad capitalista. No creo posible el desarrollo de un arte nuevo dentro de la sociedad capitalista, porque siendo el arte una manifestación social, aún en la aparición de un artista genial mal puede un orden viejo producir un arte nuevo.
Además, siendo la obra de arte dentro del orden burgués un producto industrializado y financiable, sujeto a altas y bajas de precio, como cualquier valor bancario o Peones pesando el grano fresco de la Secretaría de Educación Pública Por ello, Diego Rivera, no es un creador, nadie podría serlo de los nuevos valores estéticos e ideológicos que hay en su obra vasta: es el receptor sustantivo surgido del seno de una porción social en el instante culminante de su historia. Como dice Fontenay, el artista no inventa la belleza, sino, más bien, los hombres reconocen en su obra la belleza, esparcida en las plurales formas de la vida de su tiempo, belleza que su impotencia artística no les permite descubrir por si mismos más que incompletamente.
Y, como ha sucedido con los grandes artistas surgidos involuntariamente en los momentos en que la vida social humana se adapta a nuevas formas, que todo lo aerean, Diego Rivera se siente rodeado por un núcleo de jóvenes artistas de talento indiscutible muchos de ellos que, aunque productos de un instante sociológico mismo, poseídos por una idéntica psicología y ganados por una igual pasión revolucionaria, se imposibilitan de evadirse a su influencia por ser él quien ha desarrollado con mayor precisión y fecundamente los valores estéticos nuevos necesarios a los nuevos motivos que se imponían.
Lean en América nuestros pintores, músicos y poetas los conceptos que vierte a mi preguntas este auténtico Hombre Nuevo. Nó los fósiles malabaristas del arte, sino más bién aquellos que se llaman falanges del porvenir, tiendan sus cinco sentidos en un esfuerzo de comprensión sincera. Salida de los Mineros fresco de la Secretaría de Educación Pública