AMAUTA 27 CINEMATICA MEXICANA POR EL DR. ATL.
LA REVOLUCION. La serie de movimientos revolucionarios que se han producido en México durante un siglo, parece haber culminado con la revolución constititucionalista 1913 1917. Ella marca un período de intensificación militar, politico y social, cuya importancia puede medirse por la magnitud de los trastornos interiores y por el interés que en el mundo despertaron la violencia, la altane.
ría, los decretos reforinadores, la expulsión de ministros extranjeros, la audacia de nuevos preceptos elevados a la categoría de leyes, la intensificación del movimiento obrero, la vigorosa acentuación de una conciencia nueva.
Para las profundas lesiones ocasionadas a los intereses extranjeros por la Revolución, y por que ella fué el primer relámpago de la gran tormenta internacional que indicaba una desorganización mundial, México apareció ante la crítica de las naciones del Antiguo y del Nuevo Continente como un extraño fenómeno social, y fué, durante varios años, al mismo tiempo el vituperio y la admiración del mundo. pesar de la destrucción de enormes fuentes de riqueza y de la pérdida de centenares de miles de hombres, la República ensangrentada y. doliente surge de nuevo a la vida de la civilización, más respetada que antes, más segura de sus propios recursos y con una vitalidad saturada de promesas.
La Revolución, desorganizando todos los valores constitutivos del pais, produjo una serie de choques de los cuales ha nacido una nueva conciencia colectiva y un violento deseo de preponderancia desconocido en nuestra historia.
El misoneismo de los críticos mezquinos que se pasan la vida lamentándose de la desaparición de los regimenes pasados y destilando bílis sobre nuestra brotante existencia, seguirán afirmando que vivimos en un caos, pero las cosas mismas revelan con una elocuencia incontrovertible, que se ha realizado en México un cambio profundo en los espíritus y en las condiciones generales de la vida colectiva.
Estamos realmente en el principio de un nuevo periodo histórico marcado por los sacudimientos de la Revolución.
EL GOBIERNO. El gobierno post revolucionario 1925 convencido de la imposibilidad de llevar a cabo un programı ideológico trazado en momentos de trastorno universal, en los cuales la acción de las fuerzas internaciolas verdaderas necesidades nacionales no hacían sentir suficientemente, se ha visto obligado a organizar su administración sobre bases positivas, y ha establecido como piedras angulares para la reconstrucción nacional, la economía administrativa, el pago de las deudas interiores y exteriores, el fomento de la industria, un vasto plan de irrigación nacional y la cooperación internacional. altan aùn por establecer sólidos principios de moral legislativa, pero la iniciación anterior ha sido suficiente para crear un estado de equilibrio sobre el cual es posible el desenvolvimiento de las energías materiales y espirituales de la Nación.
EL PAIS. Está como un enfermo convalesciente después de una grave enfermedad, debilitado pero ansioso de vida. Cada vibración de nuestra inteligencia y cada acción de nuestra voluntad, debe estar encaminada a inyectar energías en el aniquilado organismo de la Patria. He recorrido 125 comarcas de México y en todas partes he encontrado un ardiente deseo de renovación. Cada mexicaŋo es ahora un factor de violencia constructiva, como lo fué anteriorinente de violencia destructora. Lo indispensable para que el fenómeno se produzca, es organizar la voluntad.
LAS ORGANIZACIONES OBRERAS. La Revolución produjo, entre otros, un fenómeno nuevo en el país: la creación de fuertes organizaciones obreras. Hasta ahora, México había contado solamente con partidos políticos nacidos y consolidados al amparo del militarismo o de la iglesia, que jamás representaron intereses populares de ninguna especie. Las organizaciones obreras actuales, las que se han adherido a la política gubernamental y las opuestas a esa política, están constituídas por sindicatos que representan la inmensa mayoría de los obreros del país, y son, dentro de la actividad política nacional, factores de primer orden, decisivos en la administración pública.
La férrea disciplina de estos partidos, sit vigorosa actividad social y sus relaciones con las agrupaciones afines en Francia, en Inglaterra y en Estados Unidos, les dan una evidente supremacía sobre cualquier otro elemento político y poseen hoy día una fuerza con la cual será necesario contar ineludiblemente para el futuro desenvolvimiento social de México.
EL AGRARISMO. Está en su período de gestación y constituye una tendencia a elevar el nivel económico y moral de las gentes de los campos. Simple arma polí tica hasta el presente, se convertirá, por la fuerza misma de la necesidad productiva nacional, en un factor de pri mera importancia en el desarrollo de la República.
Bajo el punto de vista sociológico, la organización de los elementos obreros y el nacimiento del agrarismo representan dos de las consecuencias positivas más importantes de la Revolución.
LA PRODUCCION ESCRITA. Dada la enorme importación que México hace de libros europeos y americanos exponentes de toda la cultura humana, es posible la comparación con la producción nacional. Esa comparac. ón resulta extremadamente desfavorable a México. Nuestro coeficiente de pensamiento escrito es insignificante en el movimiento mundial y estoy convencido de que nuestra deficiencia obedece más a la falta de medios para imprimir libros que a la carencia de hombres que los escriban. Este profundo convencimiento mío, que nace de hechos concretos haber encontrado en muchas regiones de la República centenares de obras inéditas que estudiandos grandes problemas sociales, o que son el producto de un fuerte sentimiento estétito o el reflejo viviente de ac imientos históricos. me empuja fuertemente a organizar un movimiento que permita la impresión y la difusión de una serie de trabajos que podrán coadyuvar al engrandecimiento de la Nación.
El estudio crítico de nuestra productividad intelectual y la creación de los medios para intensificarla, constituyen precisamente uno de los principios fundamentales de la labor que llevará a cabo la Liga de Escritores de Amèrica, aprovechando las favorables condiciones que ofrece la República y el gran renacimiento intelectual que se inicia en el Nuevo Continente.
nales y se México 1926.