AMAUTA propusiera no discutir. no controvertir, sobre cualquiera asunto público. Aquellos que me hicieron la proposición, aparentemente no pensaban en el hecho que me estaban insultando, al proponerme una cosa que ningún inglés puede hacer sin traicionar a su país. Aparentemente ha quedado para un irlandés el quitarle la venda de los ojos al Gobierno Britanico. Ellos seguramente dijeron: Me propondría yo discutir sobre cualquier asunto público. Cuál es el derecho de expresarse libremente? No es el derecho de hablar en público, sobre que hay piedras u obstáculos en la carrera de Dever; no, es el derecho de DISCUTIR. Esto está en las bases de todo Gobierno Parlamentario, pero este Gobierno ni siquiera sabe eso (risas. Si siguen como están en la actualidad, no se lo que pasará.
LUCHANDO CONTRA EL MICROFONO Pediré a ustedes hacer todo lo posible para imaginarse lo que serán las próximas elecciones generales. Aquì estaremos nosotros un puñado de hombres, cansados de viajar y de hablar en público. Estaremos recorriendo el país precipitadamente, todo él, yendo a sofocantes meetings que probablemente variarán en número, de sesenta o setenta, hasta quien sabe tres o cuatro mil personas y sabremos que el noventa por ciento de esos auditorios nos apoyan.
Pero las personas que nosotros queremos ganar, y que nos conviene, nunca van a esa clase de reuniones públicas. El hablar y el discutir en público debido a ese cientifico descubrimiento del radio ha adquirido, una importancia que jamás tuviera.
Pensemos en lo que serán esas elecciones. Nosotros, como ya he dicho, viajando precipitadamente por todo el país, hablando en aquellos meetings en los cuales solamente el cinco por ciento de la concurrencia tiene una verdadera idea sobre el tema. Que estarán haciendo mientras tanto los miembros del Gobierno? Pues sentados en sus casas confortablemente, en suaves sillones, delante de un reconfortante microfono, hablando a audiencias de millones, contándoles sụs historias sobre las cartas rusas y el dinero ruso. pues hay bastante más cartas en aquel sitio de donde vino aquella. Darán su versión de la clase de personas que somos nosotros, que deseamos destruir la sociedad, atacar a la iglesia y hacer toda clase de atrocidades, terminando posiblemente con la nacionalización de las mujeres. Dirigiéndose a estos auditorios de mentalidad sencilla, los convencerán para que voten en contra nuestra.
Bernard Shaw UN PROBLEMA SERIO Este es el serio problema que se ha presentado y francamente no sé lo que debemos hacer. Espero que todos los aquí presentes, hagan todo cuanto esté a su alcance, para que la situación sea conocida y la seriedad de ella y después ver lo que la opinión pública, ayudada dentro de poco por otras elecciones, realiza para que toda esa gente vuelva a su juicio.
Cuando yo comencé de joven, el Laborismo estaba unido al Liberalismo y al Radicalismo. Ahora bien, el Liberalismo tenía sus tradiciones, aquellas de 1649, 1798, 1848 y estas todavía juguetean en lo que se llama Partido Comunista. Cuales eran aquellas tradiciones? Pues las barricadas, la guerra civil y el regicidio, estas son las tradiciones genuinamente liberales (risas) y la unica razón por la cual podemos decir que no existen hoy día, es que el Partido Liberal mismo ha dejado de existir.
El Partido Radical era republicano y ateista y su gran principio estaba en la histórica frase que decia, que el mundo no estaría en paz hasta que el último rey no fuera extrangulado con los intestinos del último sacerdote. Cuando se les pedía que fueran un poco más explícitos y que pusieran en práctica politicamente sus ideas, contestaban que el mundo estaba lleno de tribulación e injusticia porque el Arzobispo de Canterbury recibía quince mil libras al año y los descendientes de las queridas de Carlos Segundo gozaban de pensiones perpetuas.
Ahora a pesar de todo esto, hemos logrado constituir un Partido Constitucional. Lo hemos formado sobre bases socialistas. Mi querido amigo Sidney Webb, Mr. Mac Donald y yo, dijimos definitivamente al comienzo que lo que teníamos que hacer del Partido Socialista, era una entidad constitucional, a la cual cualquiera hombre que tuviera temor de Dios y fuera respetable, pudiera pertenener, sin comprometer en lo más mínimo sus ideas y respetabilidad, y para ello nos deshicimos de todas esas tradiciones. Es por eso que en los días presentes el Gobierno nos teme más de lo que pudo temer a cualquiera de los Radicales.
George Odger o Bradlaugh en sus mejores días nunca lo hicieron temblar tanto, como Mr. Mac Donald y el Partido Socialista lo han hecho.
Nuestr posición es perfectamente sencilla y tenemos la ventaja de darnos cuenta de ella perfectamente. Oponemos el Socialismo al Capitalismo y nuestra dificultad está en que los capitalistas no tienen la más mínima idea de lo que significa Capitalismo. Apesar de esto se trata de una cosa bien sencilla. Segun teoría del Partido Socialista es esto: que manteniendo la propiedad privada y conservando todas las fuentes de producción como propiedad privada, hasta el punto de considerar esta como un contrato entre dos personas, la producción marchará bien por si misma y la distribución llegará a todos.
Habría una garantía en el mundo: la de que cada hombre en el país tendría trabajo. No se ha afirmado que sería un trabajo admirablemente bien remunerado, porque si así lo fuera, el obrero ahorraría lo suficiente en una semana para dejar de trabajar la siguiente y el fin es mantener a la persona trabajando con un salario que baste solo para que la persona subsista y por otro lado separar la parte del capital o riqueza.
Nos dicen que el Capitalismo no solamente asegura esto para el obrero, sino que asegurando una riqueza fabulosa en las manos de una clase pequeña, se ahorrará dinero, se quiera o no, y habrá la necesidad de invertirlo.
Eso es Capitalismo y este Gobierno siempre interfiere con