DemocracyJosé Carlos MariáteguiMarxismRussian RevolutionSocialism

Tribuna Marxista CLAVE en las concomitancias literarias de Amauta. hacen ahora de Mariátegui una especie de precursor del frente populismo entre nosotros. Sus libros y ensayos no permiten tal suposición. Por otra parte; una carta particular que hicimos publica en Babel, antes de su muerte, contiene el siguiente párrafo, que tampoco deja lugar: a dudas: Soy revolucionario. Pero creo que entre hombres de pensamiento neto y posición definida es fácil entenderse y apreciarse aun combatiéndose. Sobre todo, combatiéndose.
Con el sector político con el que no me entenderé nunca es el otro: el del reformismo mediocre, el del socialismo domesticado, el de la democracia farisea.
Imposible, pues, invocar ahora, de buena fe, a un Mariátegui circunstancial, fingido según el cartabón de la ortodoxia imperante, para que sirva de modelo a los jóvenes amaestrados en la obediencia católica del credo quia absurdum. deshacer este vergonzoso equívoco, en la medida de nuestras fuerzas, tienden las presentes notas de homenaje al gran líder e inolvidable amigo que murió cuando más falta hacía el ejemplo diario de su vida y de su obra.
José Carlos Mariátegui era un hombre y un escritor sin dobleces. De humilde alcanzarrejones en la imprenta de un diario de Lima, llega a convertirse en su redactor principal. Pero poeta decadentista y estrafalario por obra del ambiente y de la época, no está seguro de haberse elevado de acuerdo con su propia índole. La vida bohemia no lo hace feliz. Se cree inútil, a pesar del talento que todos le reconocen. La revolución rusa lo arranca al fin de su sopor, como muchos otros pequeños poetas en el mundo, haciendo de él a la distancia un gran líder, de su país primero, y de su continente después.
Sobre sus mejores años de preparación y vagabundaje en Europa. Italia, Francia, Alemania tenemos el testi.
monio de sus propias crónicas, reunidas a su regreso en La Escena Contemporánea. De su febril actividad espiritual durante el último lustro de su existencia en Lima, nos quedan los insuperables Siete Ensayos. Amauta. que contiene la 252