Civil WarHitlerMarxismStalinURSSWorld War

CLAVE Tribuna Marxista contra una resistencia seria. El paseo militar duró demasiado. Escandinavia amenazaba con convertirse en teatro de una gran gueria; Hitler, habiendo preparado el golpe a Dinamarca y Noruega; apremió a Stalin a concluir la paz. Stalin tuvo que abandonar sus planes, renunciando a la sovietiza.
ción de Finlandia. Este fué, en sus rasgos fundamentales, el curso de los acontecimientos en el noroeste de Europa.
Los Pequeños Países en la Guerra Imperialista Abordar el problema del destino de los pequeños países desde el punto de vista de la independencia nacional de su neutralidad. etc. dadas las condiciones de la guerra mundial, significa situarse en la esfera de la mitología imperialista. Se trata de una lucha por el dominio del mundo. Simultáneamente con esto, será resuelto el problema de la existencia de la URSS. Este problema, que es actualmente secundario, habrá de colocarse inevitablemente en primer plano, en determinado momento. En cuanto a los estados pequeños y de segunda categoría, se han convertido ya en peones de los grandes imperios. La única libertad que les resta, en una medida muy limitada, es la de seleccionar a su protector. En un momento dado, había en Noruega dos gobiernos.
enemigos: el de los nazis noruegos del Sur, bajo la protección de los ejércitos alemanes, y el antiguo gobierno socialdemocrata con su rey, en el norte. Debían los trabajadores noruegos apoyar al campo democrático en contra del fascista? primera vista, se daría una respuesta afirmativa, por la analogía con España. Pero tal cosa sería un error grave. En España, se trataba de una guerra civil aislada; la interven.
ción de las fuerzas imperialistas exteriores, a pesar de su importancia, tenía un carácter secundario. En Noruega, se trata de una colisión directa e inmediata entre dos campos imperialistas, en manos de los cuales, los gobiernos noruegos enemigos no son más que dos instrumentos. En la escala mundial, nosotros no apoyamos ni a los aliados ni a Alemania. Por consiguiente, no tenemos la menor base, ni ningún derecho para sostener a ninguno de sus instrumentos en Noruega.
Tenemos que aplicar el mismo método a Finlandia. Desde 230