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en este lusta buroCLAVE Tribuna Marxista esta fría concisión es mayor, si se considera el papel jugado por las democracias en Finlandia y lo próxima que estuvo la Unión Soviética a verse complicada en la guerra mundial, a causa de este conflicto. Se vė, pues, que la diplomacia stalinista, dando. Hitler todo su apoyo material y el de la propaganda de la Komintern, tiene especial cuidado en evitar que: su amistad con Hitler pueda transformarse en actividad bélica.
Molotov ya no recuerda a las democracias la opresión de que bacen objeto a los pueblos coloniales, ni siquiera tiene palabras para reprochar al gobierno francés la persecución de los stalinistas pais. Muy al contrario, se nos presenta deseoso de descargar la tensión de relaciones existentes entre Rusia y los aliados. Refi.
riéndose a la presencia, cerca de la frontera soviética, del ejército colonial mandado por Weygand dijo: En cuanto a los fantásticos planes atribuídos a la Unión Soviética, de un Ejército Rojo marchando sobre la India. sobre el este y otras cosas semejantes, son tan palmariamente absurdos que perdería el sentido, si sé creyeran tan absurdas mentiras. Molotov no puede cambiar de estilo, pero en cambio no sabe qué postura adoptar para salvar a su crática de las consecuencias de la entrada de la en la gue.
rra. No sabemos aún adónde llevará a la burocracia este designio, el único que le sirve de guía en su política internacional; pero como su.
orientación se determina en función de las mayores posibilidades de seguridad burocrática, tanto puede verse complicada en la guerra, al lado de Alemania, como regresar junto a los imperialistas democráticos. La marcha misma de la guerra decidirá.
Lo único evidente es que la burocracia retardará tanto como le sea posible el momento de su participación como beligerante.
La experiencia de Finlandia ba obligado a reflexionar al Kremlin, y su exponente, Molotov, traduce esa reflexión en palabras mea suradas. Es particularmente interesante que al hablar de la guerra de Finlandia no ponga apenas acritud en su condenación de la intervención de los imperialistas democráticos. Esta intervención es precisamente una de las razones que han impuesto un sello de mesura al discurso de Molotov. La prueba a que ha sido sometido el régimen burocrático de Stalin es totalmente negativa, a pesar de su triunfo sobre Finlandia. Como consecuencia, el temor a la guerra ba aumentado, en lugar de disminuir. De aquí la intención, marcada en lo que Molotov no ha dicho, de tranquilizar a las 226