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CLAVE Tribuna Marxista (accionistas futuras) y los cabeceos aprobatorios de los técni.
cos. economistas que sirven de correvediles entre Washington y las capitales criollas.
Carlos Dávila. el conocido financiero del gobierno de Chile declara que la América Latina, a pesar de haber suspendido en muchos casos y durante años el pago de las deudas públi, cas exteriores, han pagado a los Estados Unidos una cantidad fabulosamente superior a cuanto éstos habrían podido esperar de sus inversiones dentro de las normas habituales de la rapacidad capitalista. Sin embargo, no tiene empacho en sostener, a continuación la conveniencia de fundar el banco.
Se dirá por esos señores técnicos que una será la función: estabilizadora del Banco en lo exterior, en el comercio y las deudas externas, y otra será la función de los bancos centrales, limitados a la tarea de dirigir la existencia interior de las monedas; sus relaciones con precios y costos de carácter local. Eso no esi más que una mentira, que ellos son los primeros en no creer. La interrelación de las condiciones internas y externasi de la economia de un país es demasiado estrecha para que esos dos aspectos puedan ser impunemente manejados por separado, y a base de criterios opuestos. Por lo demás. qué banco central latinoamericano será capaz de enfrentarse con buen éxito al superbanco que está por nacer?
No es farsa, ni exceso de previsión, el que. Roosevelt diga que está preparando a los Estados Unidos (el dice al mundo) para hacer frente a la situación de la post guerra que habrá de venir.
En la medida en que susbsista el dominio burgués en los Estados Unidos y en América Latina, és indudable que el Banco Interamericano, al igual que los tratados y convenios más o menos públicos de Roosevelt: con los gobernantes del continente, las ina versiones. Yicréditos, los consejeros y misiones, la radio está llevando al hemisferio a una situación en la que todos estos países estarán atados por cadenas económicas, financieras, polía ticas y de todo orden, tan estrechas con los Estados Unidos, que les. No habrá más comprador que los no babrá más vendedor que ellos, no habrá más inversor ni más prestamista que ellos.
Esos son los cálculos de de Roosevelt. Al proletariado norteamericano y a las masas trabajadoras de América Latina correspor. el cine, 224