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CLAVE Tribuna Marxista.
de el jefe de la democracia americana. el amigo del pueblo. un nuevo mesías con una misión redentora continental que cumplir: En uno de sus discursos recordaba la amistad tradicional que siempre había unido a los Estados Unidos y México. La expoliación de Texas y California, el desembarco de Veracruz, las innúmeras intervenciones de los capitalistas americanos durante la revolución, y la propia penetración del capital financiero, se habían traspapelado en los archivos stalinistas. Pero los arcángeles con placas de ia que velan a la vera de Laborde, lo saben todo: su omnisciencia ha recuperado esos datos con facilidad. Unos cuantos pescozones para algunos, la expulsión con otros cuantos adjetivos para otros, y el Partido queda nuevecito y deslumbrante, despojado de la línea sectario oportunista. impuesta, naturalmente, no por los jerifaltes de Moscú, sino por un grupito de hombres corruptos, trotskistas o que daban paso al trotskismo.
Según estas definiciones estúpidas, de las que ya se sienten cansados incluso los tontos, la ha estado en realidad dirigida, hasta el momento del pacto con Hitler, por los trotskistas. Lo que decía y hacía Laborde en México, era repetido con gesto palabras idénticos, por Browder en los Estados Unidos, por Thorez. en Francia, por José Díaz en España, por el Partido Comunista Chino y por todos los partidos stalinistas de la América Latina. Los manifiestos del fran.
cés cuando el convenio de Munich decían: La patria está en peligro. Defendamos nuestra bella y democrática Francia.
En pos de esta política fueron votados los presupuestos de guerra por los dipụtados comunistas; Daladier alzado hasta la presidencia del Consejo de Ministros y aceptada una legislación bonapartista contra los trabajadores. La táctica de no crearle dificultades al gobierno llevó a los stalinianos franceses hasta la actuación como rompehuelgas. Exactamente como en México.
En España el stalinismo ha hecho un esfuerzo desesperado por convertir el territorio republicano en pasto de los imperialismos democráticos. Algunos comunistas sudameri.
canos que en España pretendieron hablar públicamente con140.