Tribuna Marxista CLAVE reclutador de carne de cañón, llevando a la zaga los perrillos del stalinismo, Lombardo es uno de los casos típicos de frutos de la revolución mexicana, cosa que por otro lado explica por qué Futuro llama triunfo a eso que Lombardo imprudentemente aclara que no se ha cumplido y en muchos aspectos no se ha iniciado.
La situación económica y política de México, en la que las posiciones yankis se refuerzan de día en día, pese al progresismo que se pueda y se deba asignar a medidas del tipo de la expropiación petrolera, demuestra irrefutablemente que en México y América Latina las burguesías nativas llegadas al poder a consecuencia de revoluciones del tipo de la mexicana, son y no pueden dejar de ser, a pesar de sus ansias na: cionalistas, simples apéndices del imperialismo. Para corroboración, ahí está la forma en que se preparan a admitir las maniobras yankis de establecimiento del dólar como moneda tipo latinoamericana. Nacidas tardíamente, en présencia de una penetración imperialista y del atraso del país, no pueden resolver con éxito las tareas que sus semejantes de los países avanzados cumplieron ha mucho tiempo. En lo futuro sólo el proletariado, a la cabeza de los campesinos y del pueblo pobre, será capaz de realizar hasta sus últimas consecuencias las tareas de la revolución democrático burguesa (agraria y anti imperialista. No como agente de simple impulsión, sino como clase en el poder; será el verdadero realizador de la revolución mexicana.
El desarrollo mismo de esa tarea, dada evolución actual de la economía mundial y de la situación política y social, lo conducirá inevitablemente a realizar actos que serán ya los primeros pasos de la revolución socialista. Así, la revolución mexicana no es socialista ni lo será; pero ensamblada, resuelta por la toma del poder por el proletariado, se transformará sin solución de continuidad en revolución socialista. Esperar aun una etapa independiente de rovolución agraria y anti imperialista, después de veintinueve años de revolución mexicana y asignar al proletariado la misión de IMPULSARLA fijando la revolución proletaria como objetivo final. sólo lo pueden hacer centristas confusos, empachados todavía de stalinismo del tercer período. En la práctica, eso conduce al apoyo y la colaboración con el Estado democrático y con la 49