BolshevismBourgeoisieBujarinCommunismKamenevLeninMarxismRadekSocialismStalinismTrotskyismViolenceZinoviev

CLAVE Tribuna Marxista Roja no puede abuyentar con su fría sombra a los chacales que voran su obra, En este nuevo aniversario de la muerte de Lenin podemos decir, sin riesgo a equivocarnos, que el desenlace de la lucha entre la revolución de Octubre y la burocracia está próximo. La guerra imperialista avivará la guerra de clases en el mundo capitalista y en la Conmociones sociales inmensas se avecinan inexorablemente. Impulsadas por la agravación de sus, problemas, por la violencia cuartelaria que la guerra impone a la sociedad, las masas obreras chocarán violentamente con las clases las castas que son un obstáculo a la solución de sus problemas, es decir, a los problemas de la sociedad en general. La casta bonapartista staliniana no podrá representar por mucho tiempo su farsa socialista: será vencida por las masas que hoy oprime, o las vencerá constituyéndose descaradamente en clase económica y políticamente poseyente.
Todo está ya preparado. Para que el desenlace se produzca sólo falta el último choque. Las altas capas burocráticas tienen ya todas las características exteriores de una clase dominante. Sus privilegios económicos, sus rasgos fisicológicos, sus costumbres y su desprecio por los de abajo identifican a cada burócrata, tomado aisladamente, con un burgués de cualquier país, tomado también aisladamente. Pero el burócrata del país del socialismo envidia al burgués. Los privilegios de la burguesía: son la esencia de la sociedad que ella preside, y esa sociedad no puede existir sin ella; los privilegios de la burocracia, por el contrario, no son sino un estorbo para el desarrollo de la sociedad actual soviética, y ésta, un estorbo a su vez para el desarrollo ininterrumpido de los privilegios de la burocracia. Colectivamente, ésta tenderá necesariamente a extender y estabilizar sus privilegios, a convertir sus abusos en ley, y la ley eñ expresión única de sus interesés. Como la burguesía.
Los usurpadores bonapartistas se han desembarazado ya de la totalidad de los hombres conocidos que hubieran podido ser un obstáculo. Toda la vieja guardia bolchevique y los vencedores de civil bån sido fusilados como espías trotskistas. Zinoviev, Kamenev, Rikov, Tugachevsky, Yegov, Blucher, Muralov, Bujarin, Radek, Piatakov, Sokolnikov, Serebriakov, Smirnov, Yakir, Miratchkowsky, Uboreviech, Gamarnik, y decenas de miles de comunistas medios y oficiales del ejército a los que ni siquiera se la guerra 118