BolshevismDemocracyMarxism

CLAVE Tribuna Marxista polista, sobre la base de que ambos utilizan la fuerza militar para la expansión. Tal identificación, capaz únicamente de sembrar confusión, es más propia de demócratas pequeñoburgueses que de marxistas, Continuación de la política del imperialismo žarista.
El Kremlin participa en una nueva desmembración de Polonia, el Kremlin echa mano de los estados del Báltico, el Kremlin se orienta hacia los Balcanes, Persia y. Afghanistán; en otras palabras, el Kremlin continúa la política del imperialismo zarista. No tenemos en este caso derecho de llamar a la política del Kremlin, imperialista? Este argumento histórico geográfico na es más convincente que cualquiera de los otros. La revolución proletaria que ocurrió en el territorio del imperio zarista, intentó desde un principio conquistar los países del Báltico, y por un tiempo los conquistó; intentó penetrar en Rumania y Persia; y alguna vez dirigió su ejército hasta Varsovia (i 1920. Las trayectorias de la expansión revolucionaria fueron las mismas que las del zarismo, puesto que la revolución no cambia las condiciones geográficas. Por esta razón particularmente los mencheviques hablaban ya en ese tiempo de imperialismo bolchevique, copiado de las tradiciones de la diplomacia zarista. La democracia pequeñoburguesa recurre con gusto a este argumento, aún en el presente. Nosotros no tenemos ninguna razón, lo repito, para imitarla.
Agencia Imperialista Sin embargo, independientemente de la manera de dilucidar la política expansionista de la queda la cuestión de la ayuda que Moscú presta a la política imperialista de Berlín. Aquí, antes que nada, es necesario establecer que en ciertas condiciones hasta cierto grado y en cierta forma el apoyo a éste o a aquél imperialismo resultaría inevitable hasta para un Estado obrero completamente sano, en virtud de la imposibilidad de romper las cadenas de las relaciones imperialistas mundiales. La paz de Brest Litovsk, sin la menor dua da, reforzó temporalmente al imperialismo alemán contra Francia e Inglaterra. Un Estado obrero aislado no puede menós que maniobrar entre los campos imperialistas hostiles.
22