Tribuna Marxista CLAVE pero no tando al partido de la clase obrera en una función que para esta constituía su principal tarea bistórica. Seguir aferrados a una misión reformadora. regeneradora del POUM, þarece inútil.
En el mejor de los casos, eso es sólo fetichismo, adoración de un nombre; pero no un acierto político revolucionario.
Tomemos de los documentos que hacen circular Rebull y Solano la certera crítica que ellos formulan en contra del POUM, acorde en lo esencial con las afirmaciones reiteradas de CLAVE; pero sostengamos una vez más que el mal del POUM no es pasajero, extraordinario o accidental, sino congénito y permanente. No es la dirección del POUM la que ha sido asaltada por el oportunismo; es que la línea política fundamental del partido, su papel dentro del desarrollo del movimiento obrero, son de tal naturaleza que lo orientan hacia la claudicación y la componenda. El oportunismo está en la médula misma de los partidos centristas.
Cualquiera que sea la dirección del aparato, será imposible hacer cambiar el rumbo, sin hacer que cambien el programa la táctica de lucha.
Rebill y Solano pueden consolarsé pensando que la cruzada que ellos han emprendido en contra de los fariseos del del POUM acabará por convertir al partido en un organismo revolucionario de las masas obreras. Esto podrá inclusive tomarse por alguien como justificación de un pasado. El POUM ba alcanzado, sin embargo, un grado tal de descomposición oportunista que cada vez së halla. más cerca del stalinismo y más lejos del marxismo. En esta carrera hacia el stalinismo, resulta tan estéril seguirlo como seguir a la Tercera Internacional en su desenfreno oportunista, con la esperanza de revivir en ella un espíritu bolchevique que en ella ba muerto. entiéndase bien que no decimos cerca de la conducta política zigzagueantë del stalinismo que nadie puede preciarse de seguir oportunamente sino cerca de la naturaleza orgánica del stalinismo; cerca de lo que el stalinismo implica como degeneración, como oportunismo y como 17