MarxismURSS

CLAVE Tribuna Marxista mos esas concesiones terminológicas, colocaríamos a nuestros críticos en una situación extremadamente difícil, ya que no sabrían qué hacer con su victoria, puramente verbal.
Verifiquémonos una vez más.
Por ello sería un monstruoso absurdo romper con camaradas que si bien en la cuestión de la naturaleza sociológica de la sostienen otra opinión, son con nosotros solidarios en lo que ve a las tareas políticas. Pero, por otra parte, sería ceguedad el ignorar desacuerdos puramente teóricos, áun terminológicos, si en la evolución ulterior pueden ellos revestirse de carne y de sangre, y conducir a conclusiones políticas absolutamente distintas. Así como el ama de casa no tolera que se acumulen las telarañas ni el polvo, el partido revolucionario no puede soportar la falta de claridad, la confusión, la ambigüedad. Hay que tener la casa limpia!
Para ilustrar nuestro pensamiento, recordemos la cuestión de termidor. Durante largo tiempo, afirmamos que termidor sólo se preparaba en la pero que no se había realizado todavía. En seguida, habiendo dado a la analogía con termidor un carácter más preciso y más cavilado, llegamos a la conclusión de que termidor había sido ya sobrepasado. Esta corrección franca de nuestro error no provocó en nuestras filas el menor trastorno. Por qué? Porque todos nosotros habíamos apreciado del mismo modo la esencia de los procesos que se desarrollaban en la Unión Soviética, al seguir en común, día a día, el crecimiento de la reacción. Para nosotros, sólo se trataba de una precisión de la analogía histórica; no más. Espero que aun ahora, a pesar del intento de ciertos câmaradas de fomentar divergencias en la cuestión de la defensa de la Ya hablaremos de ello adelante lograremos, por medio de una sencilla precisión de nuestras