HitlerIV InternationalMarxismSovietStalin

Rojo. En estas Tribuna Marxista CLAVE conserva, por consiguiente, todo su vigor. Los acontecimientos no nos han tomado de improviso. Es preciso únicamente in terpretarlos correctamente. Es preciso comprender claramente que en el carácter de la y de su situación internacional se encierran vivas contradicciones. Es imposible libertarse de esas contradicciones con ayuda de trucos terminológicos. Estado obrero. Estado no obrero. Es preciso tomar los hechos como son. Es preciso edificar la política partiendo de las relaciones y contradicciones reales.
No confiamos al Kremlin ninguna misión histórica. Estábamos y estamos contra la toma por el Kremlin de nuevos territorios. Estamos por la independencia de la Ucrania soviética y, si los rusoblancos lo quieren, de la Rusia Blanca soviética. Al mismo tiempo, en las partes de Polonia ocupadas por el Ejército Rojo, los partidarios de la Cuarta Internacional toman la parte más resuelta por la expropiación de los propietarios territoriales y capitalistas, en el reparto de la tierra a los campesinos, en la creación de soviets y de comités obreros, etc. Mantienen, por lo demás, su independencia, política; luchan, en el momento de las elecciones a soviets y a comités de fábrica, por su completa independencia respecto de la burocracia, desarrollan la propaganda revolucionaria dentro de un espíritu de desconfianza para el Kremlin y su agencia local.
Imaginemos, sin embargo, que Hitle uelva sus armas contra el Este e invada los dominios ocupados por el Ejército condiciones, los partidarios de la Cuarta Internacional, sin cambiar en nada su actitud frente a la oligarquía del Kremlin, pondrán en primer plano; como tarea ineludible del momento presente, la resistencia militar contra Hitler. Los obreros dirán: No podemos encomendar a Hitler el derrocamiento de Stalin; esa es nuestra tarea. Durante la lucha revolucionaria contra Hitler, los obreros revolucionarios se esforzarán por entrar con los combatientes de base