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S2 mismo año, los albañiles y otros obreros de Mel. padecía de un error económico que hoy nos bourne hicieron huelga y obtuvieron la jornada hace sonreir, pero que era entonces explicable de ocho horas (6. por las doctrinas en boga. En el año 1833, la En 1886, en la libre América, los traba situación comercial e industrial de Inglaterra jadores de Nueva York afirmaban: declara era pésima, los salarios bajísimos y las gananmos que el tiempo de trabajo bajo el presente cias de los empresarios, reducidas. Fielden, sistema es demasiado largo y no deja al tra preocupado de ese miserable estado, había llebajador tiempo ninguno para descansar y edu gado a la conclusión de que si los obreros de carse, deprimiéndolo hasta un grado de servi todas las industrias pudieran entenderse para dumbre poco mejor que la esclavitud; y re no trabajar sino ocho horas diarias, en lugar solvemos, por lo tanto, que ocho horas bastan de doce, la producción disminuiría y los prepara un día de trabajo y tienen que ser legal cios aumentarían necesariamente un 25. por mente reconocidas (7. Idéntica declaración lo menos; y con ellos las ganancias de los inhacía en el mismo año el congreso general de dustriales, quienes estarían así en condiciones trabajadores reunido en Baltimore.
de pagar mejores salarios a sus obreros. Los Todos estos antecedentes prueban la tras obreros no comprendieron cómo iba a mejocendencia que desde mediados del siglo pasado rarse su situación si todos los precios aumentadaba al acortamiento de la jornada. Las con rían un 25 por ciento.
secuencias que de ella han derivado han sido incalculables. Ha contribuído poderosamente Sesenta años después de esa agitación las cosas habían cambiado fundamentalmente. En al mejoramiento físico, intelectual y moral de los trabajadores, y por eso estos han reclama 1834 la industria inglesa trabajaba 300 millodo y reclaman las jornadas cortas o normales nes de libras de algodón, y empleaba 500, 000 con tanta tenacidad.
obreros, que recibían salarios bajos. En 1894 La reducción de la jornada no ha perjudise fabricaban dos mil millones de libras de alcado a la industria, de ningún modo. Nunca godón, trabajaban 700, 000 obreros, la jornada ha sido ésta tan próspera como bajo régi había disminuido mucho y los salarios eran más men de las jornadas cortas. Pero la objeción elevados. Esos resultados eran la mejor refu.
de que éstas disminuyen y encarecen la protación de la teoría de Fielden y probaban triunducción, suele repetirse todavía por los patrofalmente que la reducción de la jornada y el nes que desconocen la historia económica o por aumento de los salarios cran correlativos con el los que no saben o no quieren saber de los mé aumento de la producción, la disminución de todos rutinarios para hacer, con mejor orga su costo y el aumento de la mano de obra (8. nización técnico económica, más productivo el 50. La industria textil es una de las que esfuerzo de los hombres en las mejores condipermiten seguir con bastante precisión las reciones de trabajo. Es útil, pues, estudiar las relaciones que hay entre las condiciones económilaciones entre la jornada de trabajo y el monto cas y sociales de los obreros y el monto de la y costo de la producción, exponiendo la serie de hechos que prueban la bondad de las jorproducción. El progreso técnico ha sido en nadas cortas.
ella incesante, pero él solo no bastará para ex40. En la historia de la lucha por jor plicar el gran aumento de la producción y el nada normal de trabajo en Inglaterra hay un menor costo por unidad de producto. En esa episodio interesante que tiene vinculación con industria, al par que la técnica, ha tenido que el aspecto del problema que pasamos a estuir aumentando la fuerza orgánica de los obrediar. Me refiero a la agitación en favor de la ros, sus condiciones físicas, su capacidad injornada de ocho horas promovida en 1833 34 telectual. Ha aumentado el número de husos; por el manufacturero Juand Fielden y el ilus pero ha aumentado también el número de los tre comunista Roberto Owen, agitación que no que atiende cada obrero, lo que ha exigido de fué secundada por la clase obrera y que ter parte de éstos una mayor tensión de la vista, minó al poco tiempo sin resultado práctico de la voluntad, de la inteligencia y una agilininguno. El iniciador del Fielden, dad más grande. 6) La Questione Operaia. Bibliot. Economista: volum. Pág. 613. 7) Marx. Pág. 254. 8) John Rae. La journée de huit heures. Cap.
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