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entré cátedra, desde el periódico hasta el libro los jar en un país en que la cátedra no está viderechos más elementales fueron cercenados, gilada por el clero, en que las librerías pueden envilecidos o negados.
exhibir en sus vitrinas las obras de la izquierEntre una doble fila de trincheras enemi. da; en que el estudioso puede cerrar las puergas ya no era posible mantener la neutralidad tas de su biblioteca sin el temor de que de pudibunda o el aislamiento desdeñoso. No ac: pronto irrumpan en ella los gendarmes sinies tuar empezaba a ser una de las formas de la tros y le arranquen de las manos los libros más complicidad. fué, entonces, cuando a me valiosos, con las notas, las fichas, la labor de diados de 1935, un puñado de escritores or muchos años! Si en las condiciones nada enganizados en Buenos Aires, la AIAPE, la Agru vidiables en que nosotros trabajábamos habíapación de Intelectuales, Artistas, Periodistas y mos conseguido, sin embargo, desparramar por Escritores, que alcanzaría en poco tiempo una América algunas ediciones de valor inapreciavasta resonancia. Yo hacía escasamente un ble, alguna revista de alto vuelo doctrinario, mes que había regresado de París, y venía im algunos estudios sobre la realidad americana y presionado con la fuerza, la organización, la extranjera, algunos cursos osados desde las cáagilidad del Comité de Vigilancia de los tedras libres. Qué no sería en las circunsIntelectuales Antifascistas de Francia, que Lon tancias extraordinarias que México disfruta, gevin, Rivet y. Alain habían fundado en cir bajo el amparo de un gobierno liberal, hasta cunstancias memorables. Bajo su influencia e con el estímulo, inverosímil para nosotros, de inspirados por su ejemplo, unimos estrechando las subvenciones del Estado? No olvidaré januestras filas para repeler los ataques del fas más aquella mañana de abril en que por cismo sobre el frente cultural que defendemos. primera vez a la Escuela de Maestros: en las Entre la amenaza, la delación y la cárcel, dura paredes, leyendas de Lenin; en las aulas, los fué la vida de AIAPE; y más dura lo sigue nombres de Engels y de Marx. Los recuerdos siendo ahora.
de mis días felices en Moscú me pasaron por Pero no obstante las dificultades de la lu el alma; pero la congoja de mi América del cha, lo cierto es que por primera vez entre Sur esclavizada me quitó en un instante la nosotros un grupo de trabajadores intelectua alegría. Mientras en México un artículo de les, acostumbrados hasta entonces al individua la constitución exige que la enseñanza debe lismo díscolo, no sólo se preocuparon por pro ser socialista, allá en el otro extremo del Con.
blemas que hasta entonces ignoraban sino que tinente, en la Argentina de mi cariño entradescubrieron con asombro hasta donde las lu ñable, tres jóvenes estudiantes de derecho han chas de clases rigen la marcha de la literatu sido expulsados de las aulas por haber cometira y del derecho, de la filosofía y de la estética. do el delito tremendo de referirse a Jesús en Como una prueba del aislamiento en que términos irreverentes en este mismo año vivimos los pueblos de América, nos enteramos de 1937, en que se cumple el centenario del entonces que con propósitos idénticos, hacía Dogma Socialista de Esteban Echevarría, la un año que esta agrupación ya había sido or Iglesia católica obtuvo del Decano de la Fa ganizada en México. abril de 1934, per cultad de Derecho y Ciencias Sociales de Bueapenas si nos llegaron de su vida ecos impre nos Aires que se celebrara en la más majestuocisos y rumores vagos. Las cosas empezaron sa de sus aulas, con toda la pompa necesaria, a cambiar cuando el empuje de un gobierno un oficio de desagravio a Cristo Rey.
progresista transformó de pronto a México en bien, amigos míos; yo quiero decir ahola capital espiritual de nuestra América. Mien ra, con la lealtad más cumplida, lo que consitras nosotros llevábamos una vida difícil, an un homenaje cabal a nuestra honradez de gustiosa casi. bajo el doble control del fraile revolucionarios; esta organización no ha cumу del gendarme, México aseguraba una liber plido hasta hoy la misión a que su ambiente tad sin límites a cualquiera que quisiera dis histórico la obliga; no aprovecha como debe frutarla. Con cuánta envidia contemplaba las condiciones excepcionales de la libertad en mos de lejos a sus escritores y a sus artistas, que respira. Como hace muchos años, durante a sus poetas y a sus sabios, libertados ya de los tiempos febr de su revolución, Amérila amenaza constanta del proceso policial, ajeca ha vuelto de nuevo los ojos hacia México.
nos por completo a la humillación moral ya La guerra española, que ya ha dividido al munla tortura física. Qué maravilla sería traba do, ha mostrado de un golpe esta verdad evipotero PÁGINA