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El Problema de la Exportación del Petróleo Por RODRIGO GARCIA TREVIÑO eso, sino que ra que raíz de la expropiación de los bienes de puesto. Otros sectores, que en un principio las empresas petroleras imperialistas, los seca aplaudieron la determinación del gobierno metores nacionales y extranjeros más reaccionarios xicano de no vender petróleo a los países fasesperaban que la industria petrolera se desor cistas, abandonaron precipitadamente este punganizaría tan pronto como quedara a cargo de to de vista y, ahora están abogando porque se los trabajadores. No obstante, no solo no su celebren desde luego operaciones con cualquiecedió incluso acaeció lo contradesee comprar el petróleo mexicano.
rio. Entonces el júbilo se apoderó de los gru. El paso brusco de una posición a la otra es pos de izquierda, algunos de los cuales pensa indicio claro: primero, de que se exageraban rõn, con ligereza, que el triunfo completo se las esperanzas en la democracia imperialista del había consumado y que ya había nada o casi gobierno que preside Roosevelt; y, segundo, de nada de qué preocuparse. Para reforzar este que sin mediar seriamente sobre la actitud que criterio surgieron, a raíz de la expropiación, la Casa Blanca asumiría si se vendiera el perepetidas declaraciones del Presidente de los tróleo a los países fascistas, se ha caído en una Estados Unidos, quien reiteradamente procla nerviosidad que se basa en una exageración de mó que México tiene el derecho de aplicar sus la importancia actual de la falta de mercado propias leyes a todos los individuos o socie exterior para nuestro petróleo.
dades mercantiles que operen en su territorio.
La posición del gobierno norteamericano pesar de todo, la situación, siendo seria, hizo pensar que el problema de la expropiación dista mucho de ser desesperada. Para juzgarla del petróleo era cosa resuelta y que, pese a correctamente precisa tener en cuenta que la torpe oposición de Inglaterra, sobraría quien exportación petrolera que hacían las empresas comprara inmediatamente el volumen de la imperialistas en nada beneficiaba a la econoproducción aceitífera nacional que las compa mía de México. Los gastos que las empresas ñías imperialistas habían venido vendiendo en extranjeras tenían que hacer para beneficiar el el extranjero. Los hechos, sin embargo, han ve petróleo de nuestro subsuelo. se habían veninido demostrando lo contrario. Pese a la po do cubriendo, durante los últimos años, con la.
sición juridicamente irreprochable de la Casa ventas interiores. De tal manera, el valor de Blanca, el petróleo no se puede exportar toda la exportación no tenía nada qué ver con nuesvía. Con la anuencia del Presidente Roosevelt tra balanza comercial y en realidad no repreo sin ella, el imperialismo yanqui está sabo. sentaba otra cosa que las enormes utilidades teando a la economía de México; se está ven que el imperialismo sacaba de las entrañas de gando del crimen que a sus ojos constituye la las tierras mexicanas y del esfuerzo de los traexpropiación. Por eso, salvo reducidas opera bajadores del país. La clausura de los mercaciones, el petróleo de México no se ha podido dos exteriores al petróleo nacionalizado constivender todavía en el exterior. La reacción emtuye, pues, de hecho, una utilidad: significa pieza, en consecuencia, a lanzar versiones alarque México, está conservando las riquezas de mantes. No faltan, por cierto, elementos que su subsuelo para su propia y futura utilizaconsideran ya que la expropiación es un fraca ción.
so. Las exageraciones llegan al grado de que ¿Por qué, entonces. se preguntará el lechay imbéciles que creen a pie juntillas que los tor. admitimos líneas arriba que la falta de bienes de las compañías imperialistas van a ser mercados extranjeros constituye de todos modevueltos a éstas; llegó hasta decirse que el dos un problema? La respuesta es obvia. La Presidente Cárdenas iba a renunciar a su alto expropiación se ha realizado en una forma no PÁGINA