todos los problemas del régimen se plantean más vivamente que nunca a la conciencia de los trabajadores soviéticos. La primera tarea de la hora presente es la formación de los cuadros y la ORGANIZACION DE LA SECCION SOVIETICA DE LA CUARTA INTERNACIONAL. plazo más o menos breve, el régimen burocrático, que vive de un compromiso entre el proletariado y el imperialismo, no sobrevivirá a la guerra. Incluso en caso de victoria, incluso en forma de larga resistencia, despertaría todas las esperanzas de las masas soviéticas, sacudiría la apatía acumulada por años de derrotas. Los obreros y los kolkhoznik tolerarían cada vez menos lo arbitrario de la burocracia. Además, el fracaso de las armas alemanas produciría inevitablemente lo que más teme Stalin: insurrecciones proletarias a través de toda Europa. Perdiendo pie sobre el suelo ardiente de la revolución, Stalin seguiría a Hitler de cerca en el abism. El estruendo de la guerra resuena ya sobre toda la tierra. Todos los imperialismos trabajan febrilmente al aniquilamiento de la humanidad. Una ola formidable de reacción barre todas las libertades y todas las conquistas de ayer. Hitler, Churchill y Roosevelt, rivalizan en ese juego terrible. Stalin busca sólo adaptarse a los bandidos del imperialismo democrático y su mayor temor es pronunciar una palabra revolucionaria. En cuanto a nosotros, podemos permanecer optimistas. En las profundidades de las masas madura una revuelta que nada podrá detener. La guerra imper alista de 1914 18 aparece ahora como un simple ensayo de la actual, y la tormenta revolucionaria que saldrá de esta guerra, hará olvidar las crisis revolucionarias de 1918 20. La resistencia de las masas soviéticas al avance alemán sólo puede precipitar la explosión. Por eso todos los pueblos de la tierra deben apoyarlá, cada uno con los diversos medios que hemos indicado. Defended a la y os defenderéis vosotros mismos; apresuraréis la hora de vuestra li.
beración. Por la defensa de la Unión Soviética. Viva la revolución socialista mundial!
Comité Ejecutivo de la 19 de Julio a los soldados, obreros y campesinos de Alemania Los gobernantes nacional socialistas os han arrojado a la más cruel, ingente y criminal carnicería que hayan presenciado los tiempos. Millones de hombres, mujeres y niños, han caído ya bajo la metralla de ambos bandos; decenas de millones viven constantemente amenazados por la muerte; acosados por el hambre; expulsados de sus hogares destruídos o invadidos; obligados a emplear en la destrucción, la técnica y la fuerza humanas de trabajo; tiranizados en sus más elementales instintos de libertad, por la bota militar que pisotea el mundo. Catorce países han sido vencidos u ocupados sin lucha por decisión de vuestros mandatarios. El resultado para vosotros ha sido más muerte, más miseria, más opresión que antes, miriadas de ojos cargados de rencor que os circundan por todas partes. La tiranía no puede ser amada ni res.
petada. Su método de gobierno es el campo de concentración, el trabajo forzado, la cárcel, el piquete de ejecución; su nuevo orden el saqueo organizado, la esclavitud general; su laurel de gloria, un alarido universal de odio y, repulsión.
No hacemos a Alemania sola responsable de la guerra. Inglaterra y los Estados Unidos lo son en no menor grado. Sobre el régimen capitalista por enteo recae la culpa de la horrenda matanza. Es el fardo muerto de una clase caduca quien agota y asesina a la humanidad. El mundo puede dar millones de beneficio a los capitalistas alemanes, ingleses, americanos, japoneses, franceses e italianos, al mismo tiempo. Bajo el sistema de producción y distribuición que les es comúnmente propio, no hay lugar para una convivencia pacífica de sus respectivas potencias industriales. La gigantesca lucha militar, tiene por exclusivo objeto decidir quiénes serán los dueños de esclayos y los apropiadores del producto del trabajo humano. Que uno u otro bando haya comenzado la guerra, es cuestión secundaria, buena únicamente para conocer al más fuerte militarmente. El choque en sí, sólo ha podido ser engendrado por el choque previo del potencial económico de los beligerantes; es inexplicahle de otra forma. El sistema capitalista por entero está en conflicto permanente con los intereses del progreso técnico y de la civilización en general. Quienquiera resulte vencedor, la guerra imperialista es impotente para resolver ese conflicto. Bajo Alemania o bạjo Inglaterra y los Estados Unidos, el mundo no puede salir de la miseria y progresar, sin pasar del sistema capitalista al sistema socialista, del gobierno de lo burguesía al del proletariado. He ahí por qué el manifiesto sobre la guerra de la IV Internacional, proclama: La tarea que plantea la historia, no es la de apoyar un sector del sistema capitalista contra el otro, sino de poner fin al sistema por entero.
Cada uno de los bandos cuida de salmodiar su propia infamia con embustes justificativos de diferente género. La historia está repleta de crímenes cometidos so capa de justicia y libertad, pero el crimen de la guerra actual sobrepasa en proporciones y perfidia a todo lo anterior. Mataos por la democracia, por la libertad vocifera la burguesía angloamericana; matacs por el espacio vital, por el nuevo orden, contra las plutocracias. aulla la burguesía germanoitaliana. Mentira! Ingleses y, alemanes, los aliados den unos y otros, son lanzados a la muerte, por y en beneficio único de sus respectivas plutocracias. Los trabajadores, la población pobre en general, nada tienen que ganar. Sus intereses no piden la guerra imperialista, sino la guerra de clase contra clase, no el apoyo a sus burguesías nacionales, sino la lucha hasta el exterminio contra las mismas; no el orden fascista de las baPágina 10 19 DE JULIO