192. RENOVACION ese día era martes, día habitualmente cognac; trae tin poco acá eu la bor. enojoso para la familia. Sus cougojas tella, que quiero calentarme; nada habían ltegado a tal punto que el jo. hay que seque mejor cliando uno ven cazador le propuso que iría en está mojado.
busca de su marido; ella iba a desper Dorotea trajo la botella al campesi.
tar a Fritz para que lo acompañara, 10, que bebió la salud de su hués.
cuando se oyó uo ruido en la osciiri. ped; después cada uno se fué a dordad nocturna.
mir. Es. Moser! dijo la campesida, que Al día siguiente amaneció el tiempo se detuvo de pronto. bueno; el cielo barrido de pubes bri. Alóo! Eb! abre ligero mujer, gri. Haba con esplendor; cantaban los pátó el campesino desde afuera. Ella co. jaros, sacudiendo las alas sobre los rrió a abrir la puerta y Moser apareció árboles año húmedos.
trayendo en sus brazos al viejo perro. Cuando bajó del granero, doude le ciego. 11abían preparado una cama, Arnoldo. Helo aquí, dijo alegremente; Dios llalló cerca de la puerta a Farraut que ne salve! llegué a creer que to lo enl se calentaha al sol naciente, nieptras contraría jamás; el iufeliz animal ha Juancito, sentado sobre las muletas le bía rodado al fondo de la gran can preparaba un plato de granos, Más tera.
alla, en la primer pieza, el campesino fuiste a buscarlo hasta allá? bebía una copa con un mendigo que preguntó Dorotea asustada.
acababa de pedir la limosna semanal: Querias, entonces, que lo dejara Dorotea lleuaba una alforja.
en el fondo para ballarlo nanana alio. Vamos, viejo Enrique, un trago gado replicó el aptiguo soldado. Me más, dijo el campesino, llenando el escurrí a lo largo del borde del gran vaso del mendigo; para continuar la precipicio y lo he traído en mis brazos jornada es preciso que tomes valor.
como a un niño sólo que la linterna Upo lo halla aquí, observó el porse me quedó al)
diosero con una sonrisa; hay mu Peto, desgraciado, tá arriesgabas chas casas en el barrio adonde le dani la vidal exclainó Dorotea a quien pro. uno más; pero no hay ni una en ducían escalofríos las explicaciones de donde le den además buen corazón.
80 marido. Calla, maestro Enrique, inte.
Este hizo un movimiento de hom, rrumpió Moser; es uno quien debe hablar de esas cosas? bebe y deja al. Ahl no es nadal dijo con una buen Dios que juzgue las acciones de alegría indiferente. Si pada se arries cada uno. Tú también serviste; 500108 ga, nada tiene too; encoutré a Fa viejos camaradas.
rraui y esto es lo principal. Si el El viejo se couformó con sacudir la abuelo nos ha visto desde arriba, él cabeza, chocó su vasó con el del capie estará contento.
pesino, pero se vela que estaba más Está reflexión, hecha así, con un enternecido con la cordialidad que acepto casi, indiferente, emocionó a precedía a la limosna, que con la Arnoido que alargó con entusiasmo la limosna misma.
mano al campesino.
Cuando hubo tomado su alforja y Lo que usted ha hecho es de un despedidose, Moser lo miró marcbar.
corazón fuerte, dijo emocionado. se hasta que torció por el camino. En. qué hice? Impedir que un perro touces respirando quidosamente: se abogara? Válgame Dios! perros y. Un pobre viejo rodando aún por honibres. a Dios gracias, he apar las calles? dijo volviéndose a su hués.
tado desde que nací más de un tro ped. Créame si gusta, sefior, pero to. piezo; pero algunas veces he tenido cuando veo hombres con la cabeza va.
mejor tiempo que hoy. Oye, mujer, cilante, que van así de puerta en. por allí debe haber un vaso para puerta, implorando un pan, la sangre bros Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nadonal de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.