RENOVACION 189 las estrellas, como en este momento. Eli, és el padre! grito la mujer Yo? gritó el campesino; buena entrándose de nuevo hasta la cocina. cosa! crée usted que yo hago almang. en donde se olatu voces de varios niños ques? qué sacaré con su luz de estre que corrieron hacia la puterta con goi.
llas y su sol poniente? Lo importante tos de alegría, y se prendieron a las es gabar con quié hacer sus tres coti. piervas del campesino Un nomeato más, muchachitos!
Querría usted un trago de aguardient. interrumpió el padre con voz gruesa, te de cereza? Este viene del otro lado buyendo hacia la carreta de donde del Rhin.
sacó una canasta cubierta: Fritz, deja tendió una botellita en canastilla desenyugar. Pero los niños contidba Arnoldo, quien la rechazó con la bau sitiando, al labrador y gritaban mano, La groseria positivista del can todos a la vez. Se inclinó para abra.
pesino lo arrastro de nuevo a sus pe zar uno después del otro, después disares y desdenes. Erau mejores los rigiéndose al conjunto. hombres parecidos a él. o esos desgra. Dónde está Juan? preguntó con ciados esclavos de sólo las necesidades precipitación, como con iuquietud.
del tralyajo, que vivían en el seno de Aquí, papá, aquí, respondió una la creación sin mirarla, y cuya alnia vocesita aguda que salía de la puerta nunca se levantaba por encima de las de la casa; namá no quiere que salga sensaciones más reales y más cerca con esta lluvia.
Das? Qué era, para esta triste mited. Noveoga, bo venga. dijo Moser, del género humano, el mundo de poe que espantaba los bueyes desenyugasía en el cual el joven saboreaba los dos. yo voy hacia usted, entren uste.
más dulces placeres? Llevada por el des para que no le den gauas de salir.
cabestro del ſostinito. no parecia coll. Hablando así había atravesado la denada a rupiar fuera del Edén cuyas sala y metió a su huésped en una espuertas le había abierto una riquísima pecie de comedor cuyas paredes encanaturaleza? Parecía que ella viviera ladas tenían como única decoración en apariencia una vida semejante a la grabados de colores groseros. Entransuya; pero qué abismo entre sus al do allí Arnoldo distinguió a Juan senmas! Tendrían ellas sólo algunas in. tado en el stielo, rodeado de sus herclinaciones comunes? Habría algo pa manos, entre quienes repartía el pastel, recido que prohara su fraternidad que le regalara su padre. Pero cada original? Cada vez más dudaba Arnol, uno hallaba muy grande su parte y do. Cuanto más reflexionaba, más le reclamaba que le dieran menos; fué parecía que la poesía flor jonaterial preciso toda la elocuencia del jiboso, de todas las cosas era el privilegio para obligarlos a que aceptaran lag de algunas castas exquisitas, mientras partes tal como él las daba. El joven que el montón vegetaba sin rumbo en cazador observó algún tiempo este el marco uniforme del prosaísmo. debate cou interés singular y le mani Tales pensamientos comunicaron a festó 511 admiración a la campesina sus maneras un cierto desprecio des. cuando los niños volvieron a salit.
cuidado para su guía, a quien no diri. Es cierto. bire, dijo ella con una gió más la palabra. Moser no manifes. sonrisa y tin suspiro, que hay horas sa ui resentimiento y se en que una diría que les aprovecha poso a silbar un aire que interrumpía ver las enfermedades de Joan: entre de cuando en cuando con las voces de ellos difícilmente ceden; pero ninguno aliento que mandaba a sus bueyes. rehusa nada a Jitan: es como un ejerAsí llegaron hasta la casa en donde cicio constante de la complacencia y los apnoció el ruido de los cascabeles de la abpegación.
Un muchacho y una mujer de regular Eso es preciosa virtudl interruimedad aparecieron uo mismo tiempo pió Moser: quién pudiera pegar algo en el umbral.
a un inocente, tan sufricto? Es una Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nadonal de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.