156 RENOVACION Las gentes que det interior de Por Dias pasados estaba yo en la playa tugal y de España vienen a baños, viendo sacar las redes a la hora en que escudriñan maravilladas la cosecha del iba el sol acostarse en sábanas de mar, admirando las extrañas catadu niebla sobre las aguas. Me aparté un ras de tantos peces que nunca vieron, Doco del sitio donde vaciaban la red.
por lo menos vivos. Son de oir los co para piejor gozar de la puesta del sol.
mentarios de los de tierra adentro. Una puesta de una solemne majes. La multiformidad de la vida es un tad religiosa. Al ir a acostarse entre espectáculo de interés inagotable, y un las leyes bronas del ocaso, iba cam.
placer de las más puros ver al natural, biando de forma el globo de fuego, y en vivo, lo qiie acaso se vió en es como bata el tog tre de los dedos de tampa, sia acabar de dar crédito a su algán invisible alfarero. Era, en efec.
existencia.
to, como cuando la masa de arcilla va. Hacen la selección de la pesca, y transformándose dentro de un tipo luego de subasta allí mismo; en la general de yasija, al toque del alfareplaya, en el momento de la subasta ro. Luego empezó a hundirse en las aparece el hombre fatídico de ubifor aguas, y cuando parecía fotar sobre me, et odiado ministro del Estado, el éstas un pequeño lago de oro encendi.
implacable representante del Fisco: do, recorrianlo de extremo a extremo İLo que cuesta ser nación, y hación vagas sombras. Cruzabat el cielo, so pobre. bre las olas, algunas gaviotas avizoEn uva charla que tuve con uno de fando los despojos de la cosecha, y en los pescadores; las dos palabras que la arena tendidas las parejas de bueyes, más se le venían a los labios eran las mientras los hombres subastaba la de contribución y la de hambre. Por pesca, rumiando aquéllos, afapándose dondequiera les persigue el Fisco, for éstos, veían indiferentes, sin tirar, la ma la más concreta que para ellos tona puesta del sol en el seno del Océano.
el Estado.
En sus grandes ojog mansos, ojos ho.
Parte de la pesca va a la fábrica de méricos, se ponía también el sol en un conservas, y allí se les ve descabezanta mar tenebroso.
do y destripando sardinas, cuyos sati. Hermosa evocación! a evocación! El sol murienguinolentos despojos quedan en la do en las aguas eternas y los peces en arena para las gaviotas, parte va a la la arena, los hombres mercando so venta al detalle y una parte mayor en cosecha marina, el mar cantando so cartetas celtas para abono de los cam. perdurable fado, los bueyes fumiando pos. Los cangrejos no tienen otro des lentamente bajo sus ornamentados yutino. aquellos mismos bueyecitos gos, y, allá a lo lejos, las oscuras copas rubios, de larga y abierta cornamenta, de los pinos empezando a diluirse en que tiraron de la red, llevan a los el cielo de la extrema tarde. juato campos, en unos carritos del más an a los pinos, en la costa, unos cuantos tiguo tipo, en unos carritos célticos, molinos de vieuto, sobrevivientes tamde ruedas macizas, haciendo una sola bién de una especie industrial que empieza con el eje y con dos aberturas pieza a ser fósil, moviendo lenta y para aliviarlas del peso, el abono sa tristemente sus cuatro brazos de lienzo.
cado al mar. Esta contemplación de la puesta del Asi vuelve la muerte a dar vida, y sol marino brisado por la canción oceáasf devuelve el mar a la tierra algo de nica, es una de las más puras refrigelo mucho, de lo muchísimo que de ella raciones del espíritu; pero, al detener.
los ríos llevan a sta seno. luego veis me así a mirarle con interés, tenio que en el campo, junto a va maizal, o jun saque de entre las olas un brazo de luz to a un Linar de donde salen las redes, y, extendiéndonelo, exclame quejumuu montou de cangrejos o de espadi broso: dez teisinhos, senhore llas, pudriéndose al sol para enrique No he presenciado, gracias a Dios, cer la tierra.
tornienta alguna que haya cogido a los Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.