RENOVACION 153 La pesca de Espinho. La costa portugtiesa en este distrito de Aveiro, al Sur de Oporto, es de una triste monotonía. Una larga pla.
ya baja, de fina arena, y cadenas de dunas coronadas a veces por los pinos, que llegan a mirarse en las aguas.
Trechos hay, como este de Espinho, en que el mar avanza, o inejor, la costa se hunde. este pueblecito se le está tragando el mar, y muy de. El canal tiene aquí, por otra parte, algo de campesino; parece como que se ruraliza. Sus lindes se confunden en muchas partes; penetra en la tierra por lenguas de agua. Hacia Estarreja suelen verse velámenes de barcas cru SANTIAGO HGÜKLLO zando un maizal, y en éste, al pie de. los árboles, junto a los bueyes, remiendan y arreglan las redes de pesca EL AGUILA LA HOJA, las mujeres. El campo y el mar ver Dijotta vad ágatta: des, como que se abrazan y mezclan.
Cono yo nadie su bez bajo el cielo azul, ofreciéndonos la Me besar dalbatros y vértigos gi paso. más fiet iinagen de este Portugal canMi Adriático es el 4tor, mi gondola es la ngbe. pesino marinero que con los leños mi toldo 88 an calade de porpora y de raso, de sus bosques aró los más remotos Camo yo, nadie sube Yo podran has poches océanos. estas sus largas odiseas, e que tromblas de frio los gusanos rastreros.
abrienda con el ploa los inviolados broches: por mares autes IC4 Hevegados.
sorber luz en los cálicos de oa jardín de luceros.
o en los días de Diuta, con mis rėmos pajantesi.
empezaron, sin duda, por las pesqueheadac brtas da busca de tilgido arrebol.
rías. los pescadores fué a quienes sorbor de los rayos las canas calcinantes enseñaron a tarear los genoveses, con la marca clavada sobre el filo del Sol. maestros en el arte de los rumbos.
Dijo. al var da mere mos poderosas palns. Hay algo de dulce y de manso en CONO una reina el manto 48 sacudió les ales.
este mar, que, aunque a menudo braComo so padlę subem. vío, viene blandamente a besar la tie1. Ya tendid en la pobe. rra y mezclarse con ella, que no repitió subiendo; Como yo nadie su bom. le. opone, erguidas rocas ni abruptos. 2Qulon dresi.
acantilados. Desembocan en él, ríos. Hoja seca, mansos, como el Vouga, y recuerda De donde vienesi. uno el atrevidamente poético rasgo de Vengo de arribe, muy. Atribe!
Tomás Ribeiro cuando, en su lamentable Jayme, decía que el mar vie No tenga de a abogar su sed angustiosa en el Haja sece sio alas çquién te intredio pag aliento, para subir más alto que nirealezal.
sabroso néctar de los clos portugueses. El vianto ft. Y Bä Lerna Hida borfosa, Ya lo ois, oh! goitlapos de la calle vicinali, cansado de correr largos ursvlos, TCabrad áitio, estaltos! No delayés, babiccal vem aposar a sede angustiosa Ono si en la tierra un loco viento se arremolina o sabroso nectar de lens rlos.
más alto que las águilas sybez las hojas décao. En esta parte de la costa portugue. Samingo Argüello. sa, junto al labrador vive el pescador.
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