RENOVACION 143 ANDRÉS: Pero si el Ministro vuel aconteció a Luz, esta noche. No igriotas pe al Gabinete ni el opositor a la redacción qtte desde niños bos vemos como hermanos.
de El Herald. No es así, Marcelo. ANGELA Es que tengo mis motivos para MARCELO, sonrte y stente:con la cabeza, sospechar que ttt carifio para Luz es algo Lo diclio.
más qde fraternal. ANDRÉS. por ahora me voy MARCELO, indignado, pero sin alterar a omar al baccarat. la vox Qué te Autoriza a ti para juzgar de ANGELA. Si juega, haga usted conipania ese inodo a Luz, al para juzgar de nuis sencon Luis, que va a hacer saltar la banca. timientos y de mis actos. Corupeusaciones. falta de amor.
ANCALA. El haberme entregado por eD. ANDRÉS. Lo veremos.
tero ti.
Se despide con una inclinación MARCEĻO. Eso misino te priva de todo de cabeza y vase por el saloncito derecho de juegar a padie. Si aquí hubiera alguno, sería el mío, y ya sabes que eu niaESCENA XI guna forma lo lle ejercido. Tiranizar es tatto convo temer. MarcXLO ANGELA ANGELA. veces siento deseos de rebe MARCELO, CON ademán de irse. Ange Larnie. de odiarte. 1a. buenas noches. C01 su permiso. MARCELO. Me eg igual que me quiera, ANGELA. Marcelo! No te vayas; quiero o que me olies, Me siento capaz de perdohablar contigo.
natte por tu aflor por tu aclio, MARCELO. Se te ofrece algo?
ANGELA Desde cuando te has vuelto tan ANGALA, aproximándose más 21. En generoso?
verdad. Sí saber qué hacías golas con Luz MAFCELO. Jamás lejé de serlo Recter hace un rato?
da; alguna vez te lo dije; ed amor prefiero MARCELO, sonriendo: ironicament lar sin recibir nada en pago, que transar Tranquilizate, Angeis, Puedes estar segura tanto por tanto. No obstante, ta. te om de que no hablaba con ella de lo que se sue peñaste en pagarme.
le hablar con otras mujeres. ANCELA. reí en tu sinceridad. ANGALA, Eso lo dices por mí. MARCILO. He sido y soy sincero, y por MARCELO. Precisamente por ti, no. lo mismo no puedo falsificar mul naturaleza. ANGELE. No te entienda, Marcelo, bi tan ANCELA, Luego las persatiles, las pérfidespreciable me juzgas, por qué me buscas? das somos nosotras. MARCRLO. Babahora no soy yo quien MARCELO. Venaci, Angela; siéntate aquí te busca. Me iba: tú me fuas detenido. si frente a mi. ambos lo hacen. Veamos las es porque todavía asisto tns veladas, te lo cosas con calma y cotilo en realidad son, IA voy a explicar de seguro te darás la ra payoría de los hombres deseamos a una zón; me divierte pticho ver la seriedad con mujer e idealiza os otta. Si analizáramos que tu marido habla de su felicidad conyu. a esta, se esfumiaría nuestro ideal; si posegal.
yéramos a aquélla, moriria el deseo. Qué ANGELA. Pareces un cínico: Me haces quierce, Angela, 10 podemos sustreer BOS el efecto de uu ladrón que insultara a la au. a las ironías de la vida!
toridad.
ANGELA. Sin embargo, hay hombres que MÁRCELO. Quien se encuentra algo; lo saben amar.
recoge y está clispuesto a devolverlo, 10 es MARCELO Son muy raros: es tan difícil necesariamente un ladrón. tropetar con una mujer que sea el vértice ANGELA, enérgica. Convendrás en que donde convergen y se confunden nuestro mí no me encontraste ai paso.
deseo y nestro ideall.
MARCELO. Convengo en lo que tú quie ANGELA, en tono de reproche dulce. Ta. pero déjame marcharme. Hace algunas semanas, no me hablabas ANGELA, No será mientras yo a0. SEPA así. Entonces eras ingenuo y apasionado.
por tu boca que hacías aqui con mi prima. El hastío te ha enseñado trucho.
MARCELO, in paciente. Me abrurias com MARCELO Es posible; el cansancio suele tus celos ridiculosi. Muy bien sabes lo que ser un buen maestro. Oyeme: Antes de tu Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bbliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.