RENOVACION 123 Los motivos del lobo. Al puſto; o correr tras el jabalt. EI 090, o el cieryor y a más de uno vi.
El váróti que tiene corazón de lis. Ma ucharse de sangre, herir, torturar.
Alma de querube: lepgua celestial. De lag roncas trompas al sordo clamor, El minimo y dulce Francisco de Asís, los animales de Nuestra Señor Está con un rudo y torvo animal, no era por 11gribute que Ilxana cazari.
Bestia teterore, de sogre y de robo, Francisco responde. En el homlire existe Las fauces de furia, los ojos de mal: Mala levadura, El lobo de Gubbia, el terrible lobo.
Cuando nace yicne con pecado. Es triste: Rabioso ha asolacio los alrededores, Mes el alma simple de la bestia es pura.
Cruel, ha desliecho todos los rebaños; T6 yas a tener Devoro corderos, devoro pastores, Destie hoy qué comer. son incontables suas muertes y daños. Dejarás en paz Rebaños y gente en este país. Fuertes cazadores armados de hierrog iQue Dios melifique tu ser moutaraz. Fueron destrozados. Los duros colmillos Está bien, herdiano Francisco de Asist, Dierod cuenta de los viás rayos perros. Aate el Señor que todo ata y llesata, Como de cabritos y de corderillos.
En fe de promesa tiéndeme la patah.
Elolo tendió la pata al lietnja 110 Francisco salio: De Asís, que a su vez le alargó la mano.
Al lobo busco: Fueron a la alica. La gente veía, En su madriguera. lo que miraba casi no creía. Cerca de la cueva encontró a la fiera.
Tras el religioso Iba et lobo fiera, Enorme, que al verle se lanzó feroz.
Y, baja la testa, quieto le seguía Contra el. Francisco, con su dulce voz, Cono un cap de casa, o como un cordero.
Alzando su mano. Al lobo furtoso dijo. Paz, hermano Francisco 11816 la gente a la plaza Lobc! El antimal allí predicó.
Contempió al varón ile tosco ayel; dijo: He aquí una amable caza.
Dejó su bire arisco, 21 hermano lolo se viene conmigo; Cerrá las abiertas fauces agresivas, Me juró no ser ya vuestro enemigo, dijo. Está bien, herhano Francisco! 10 repetir su atacjue sangriento. Cómo exclamó el santo Kaley que tá vosotros, en cambio, daréis su alimeuto De borror y de muerte. vivas. la pobre bestia de Dios: jAsí seal La sangre que vierte Contestó la geute toxla de la aldea.
Tu hocico diabolico, el duelo y espanto fuego, en señal Qué esparce. el llento De conteutamiento De los campesinos, el grito, el dolor. Movió testa y cola el bucii animal, De tanta criatura de Nuestro Señor, entró cou Francisco de Asís. al convento.
Nó han de contener tu encono infernal. Vieties del infierno. II. Te hą inlupulido acaso su rencor eter.
Luzbel, o Belial. Algúu tienipo el lobo estuvo tranquilo. el gran lobo, humilde. E, duro el in en el santo asilo. vierno, Sus bastas orejas los. saimos oiani. es horrible el hambre! En el bosque helado los claros ojos se le humedecian. No hallé qué comer; y busqué el ganado Aprendió wil gracias y hacía mil juegos ez veces comí ganado y pastor. Cuando a la cocina iba con los legos. La sangreYo vi más de ao cazador chando Prancisco bu oración hacía Sobre au caballo, levando el azor. El lobo las pobres sandalias lamia.
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