106 RENOVACION como Pisa, que el turistno no quiere cuye adolescencia inspirada hace preconocer, estas poblaciones que viven unit el varón estético que será en el de sus rectèrdos, que adoran sus reli futuro, me había dicho con amoroso quias, que tienen nobleza de alina y entusiasnio: de propósito, guardau, para quieu Si es usted atlaute de las emociodescubre sus secretos, un encanto sia nes hondas y delicadas visite en Pisa gular. Viveu en quietud provinciana, el prado de las cuatro bellezas, como acaso con la misma conciencia y el debe llantarse al prado que separa el soñar de hace siglos; el afán y la eso Cementerio de la Catedral y la torre peranza de nuestros días no logran del Baptisterio. Créaine usted, es uņ agitarlas, conocep tarde y con dificul espectáculo.
tad los progresos de la civilización. el poeta adolescente se ofreció los recitreg con displicencia, los adop para guiarme en la jira.
tan sin convencimiento. Dijerase que Aunque yo haya nacido en Luca, el pesimismo incurable las aniquila y adoro Pisa. Estudié en su Universidad las vence. No tienen la neurastenica y soñé en su prado, donde las cuatro coquetería de Venecia, ni la masculina bellezas, al decir de Taine, creposan cción de las ciudades castellanas, silenciosamente conio divinas criaturas oi conio Roma, Nápoles o Milán, muertas. viven de ilusión persistente y de tra Fabricio Grapi, desviando su ruta, bajo renovado. Saben que todo es amigos como éramos de esa a niistad fuerzo que hicieren no les devolvería que nace de la primera mirada, me la antigua grandeza y el viejo presti. invito a visitarlas ese mismo día. gio; por eso perduran, envueltas en sí Si perdemos esta ocasión, me mismas, sin atraer al viajero, aura dijo, acaso do nos encontremos otra lladas por su orgullo y protegidas por vez en el mundo y una amistad no su desdén.
debe apagarse, al nacer, por culpa del Parece que ayer, no más, cayeron destino.
en desgracia. Cuando recorréis sas abía corrido el tren varios kilónecalles angostas y solitarias, cuando tros por los campos de Toscada, de pagais por una plaza de tranquilidad ondulación suave y femenina, cuando mortal o si golpeáis a la puerta de un la cápula del Duomo se mostró de sombrío palacio, creeréis revivir el pronto tras las murallas de la ciudad.
pasado y sentiréis una extraña emo. El sol de mediodía la iluminaba como ción. Todo os viejo en ellas. Los si una aureola, y a un lado, la blanctira glos ao ban agregado pada a su gloria; de la torre parecía invitat el reposo 10 bay taa piexira atera, no hay un admirativo. Nuestro ánimo predisbronce recién fudido.
puesto hubiera deseado que, apenas Así és Pisa, como Siena, Mantua descendido del tren, la Catedral nos o Ferrara. Si aquélla no tuviera su ofreciera la frescurs de st recinto o torre pendiente, el mundo no la pon. que el Camposanto dos participara el braría. Ni su Baptisterio, ni su Cau silencio de sus niuros seculares. Es posanto, oi su Catedral, le hubieran cambio, para llegar a ellos, habíamos dado prestigio cosmopolita y hoy por de cruzar largas calles, monótonas y viajero alguino sería visitada. Yo nis provinciales. Desde luego se nos fiostro bio por touto contagio la hubiera ex UDA Auplia plaza sin carácter, con su cluido de mii itinerario, si una igsi. inevitable estáttia de Víctor Manllel II, nuación no me recomeodara el prado como recordando a los italianos retas.
de las cuatro bellezas, datarios que la unión de la península En el tren que saliera de Florencia, no es más que una quimera. SegujFabricio Grani, joven poeta italiano mos por el Corso y, poco antes de llegar Lea el Boletin Bibliográfico No. de la última página. Le interesa, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nadonal Miguel Obregón Lizano del Sistema Nadonal de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.