San José, Costa Rica 15 de Abril de 1914 RENOVACIÓN Año IV LITERATURA CRITICA BIBLIOGRÁFICA FALCÓ, ZELEDÓN Cia. EDITORES.
Núm. 79. El Cono nunca pudo tolerar; en cuan ocurrió pintar cou el la pared del co.
to al aseo, los destaanes de sus hijos, rredor. Apenas comenzada su acció: los corredores parecían otra vez una se asusta de ella y, al contraerse bu muchacha trajeada de fiesta. Compla manecita, nerviosamente dejó en la cían la vista la albura de sus paredes blanca pared iluminada por el sol po.
recientemente enjabeigadas, el piso niente, un grandísimo bastante mal enlosado de puevo y el nuevo pretil hecho.
de piedra.
Al utro día echaron de ver la ofenEn esta ocasión, con grave conti. sa negra inferida a la pared encalada, heute les dijo, con más veheinencia y en los semblantes de los niños se que de costumbre, que a muy severo piotó el asombro. Cada cual se precastigo se exponía el infractor de las guntaba quién habría sido el de tatualeyés estrictas del aseo que le predica no desafuero. Los cuchicheos y aspaba sia descanso. Luego montó a caba vientos disimulados de ellos delataron llo y salió al campo. El día estaba pronto lo ocurrido. El jefe de la casa primoroso.
se descibió el cinturón, y seguido de Los muchachos guardaron respeto todos hizo alto frente al e interrogó profundo al pretil y a las paredes, y con ceño contraído y voz acedada, casi pisaban sobre las puntillas el en quién era el autor de aquel número.
losado, Su natural fogosidad estalló La delincuente, una menudencia, en el patio y en el aposento de su ma se metía entre el grupo de siis hermamá. Por supuesto que después, ya nos, tratando de no exhibirse.
lejos las amenazas, harían de las La chiquillería cou aspecto de reos, suyas, con los ojos muy abiertos, no chistaCuando el sol lanzaba sus últimos ba. IQué iba a chistar!
rayos amarillos sobre la pared del co. Todos, pues, sufrirſau la pena; mas rredor situado al Este, el padre des advirtió el padre, que los menores, montó y fué a buscar descanso dentro no; porque aquel no podía ser obra de las habitaciones, en elegante sofá. sino de uno de los mayorcitos: que los Sacó un enorme tabaco; registróse los menores ignoraban tales signos y mebolsillos, y no encontrando con qué nos los podían hacer, encenderlo, llamó a una de las chiqui. la miniatura origen de esta situatillas para que le trajese fuego. Ella ción, le brillaban los ojos de felicidad cumplió su cometido, ya saltos y al verse libre de temores. Pero aquecarreritaş fué a la cocina a dejar el llos seis años no resistieron al pesa tizón que trajera; pero de pasada se le terrible de una injtisticia, y hechos. los maestros: Acabamos de recibir la importante obra Cuadros de la Naturaleza, de ANTONIO URIBA.
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